martes, 17 de noviembre de 2020

EL MUNDO EN UN GRANO DE ARROZ

 Este grano tan pequeño como el arroz, es el ingrediente estrella de la cultura gastronómica de numerosas civilizaciones, por ejemplo: la hindú, la china, la mediterránea, la latinoamericana, etc. Todas tienen en común un pasado colonialista. Su consumo se expandió globalmente, gracias a las grandes naciones europeas durante la búsqueda de nuevas rutas de comercio que no solo les proveían de materia prima, sino también de otro tipo de riquezas.

Si bien el maíz y el trigo son los cereales más cultivados, el arroz es el grano más consumido en el mundo. Y es tan importante que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), declaró al 31 de octubre como el Dia internacional del Arroz, como primer paso en búsqueda de soluciones ante la desnutrición y el hambre a nivel mundial. Esto se debe a que el arroz posee múltiples beneficios nutricionales y utilitarios: la facilidad de labranza, traslado, almacenamiento y larga conservación después de la cosecha, ya que no requiere de especificaciones climatológicas para mantenerse en buen estado.

Historia. Hasta hoy, no hay fechas y lugares precisos para señalar su origen. Se cree que se remonta a más de 7000 años. Varias corrientes sostienen que procedía del sur de la India y que después se extendió hacia el norte del país. De la India, la planta se extendió por China, Corea, Filipinas, Japón e Indonesia. Los persas fueron conocidos por haber sido fuertes importadores de este grano. Más tarde, los árabes en su carrera expansionista, lo llevaron a Egipto, Marruecos y España, y de allí llegó a todos los rincones de Europa. Los portugueses y holandeses llevaron el arroz a sus colonias en África y de allí viajó a América.

 Curiosidades. En la antigüedad, el arroz tenía una gran presencia social. No solo era un alimento primordial para el sustento diario, también era objeto de reverencia y culto, ya que representaba la vida, siendo símbolo de fecundidad y alegría. Se arrojaba a las recién casadas para garantizar descendencia (igual que se hace en la actualidad). A continuación, con los granos arrojados, se hacía un corazón de arroz, que era una especie de amuleto destinado a acrecentar la pasión. En otras ocasiones y con el mismo fin, se introducía el arroz en una pequeña bolsa de tela en el traje de boda y se bordaba en ella dos corazones, que luego se colocaba en el dormitorio, donde se suponía que tenía efectos mágicos.

Además, se creía que servía al hombre en su vida después de la muerte por lo que los difuntos eran inhumados con una porción de arroz en la boca. También tuvo usos medicinales y cosméticos.

Características. El arroz es la semilla de la planta Oryza sativa. Por sorprendente que pueda parecer, existen cerca de diez mil tipos de arroz. Su clasificación depende de su procedencia, características y/o procesos que lleva el grano hasta su posterior consumo (arroz negro, basmati, yamaní, integral, salvaje, carnaroli, doble carolina, largo, corto, parboiled, etc.…)

El arroz posee importantes propiedades nutricionales como: hidratos de carbono, vitaminas, minerales y aminoácidos. No contiene grasa, colesterol ni sodio, y contiene sólo 103 calorías por media taza de arroz blanco. Tampoco contiene TACC, por lo que es apto para el consumo por parte de personas que padecen trastornos relacionados con el gluten.

Cultivo. La producción mundial de arroz alcanza alrededor de 750 millones de toneladas anuales. El 90% de la producción y del consumo se concentra en el continente asiático (China, India, Indonesia y Pakistán). China, con 206 millones de toneladas, produce alrededor del 30% del total mundial, escoltada por India con un 20% y 153 millones de toneladas.

En América del Sur, el principal productor es Brasil aportando el 1,5% a la producción mundial de arroz, siendo mucho menor su cultivo en nuestro país, que forma parte de la economía regional del litoral argentino. Cerca del 50% de la producción corresponde a la provincia de Corrientes y un 32% a Entre Ríos. El 13% se obtiene en Santa Fe y el resto se distribuye entre Formosa y Chaco.

Entre los años 2015 y 2019, según un documento del Ministerio de Agricultura, el consumo de arroz en Argentina pasó de 7,6 kilos a a unos 10 kilos anuales per cápita. Es decir que la demanda interna de este cereal, creció cerca del 30%. Aunque parezca importante este volumen, es inferior con respecto a otros países de la región, como Perú, donde su consumo es de 18 kilos por habitante. Pero aún resulta más modesto, si es comparado con el promedio mundial, que alcanza los 54 kilos al año. En consecuencia, el excedente es exportado a Iraq, Brasil, Chile, Cuba, Bolivia y Senegal, que concentran casi el 90% de los volúmenes vendidos al exterior.

Pero más allá de las estadísticas, lo que me llamó la atención es el origen divino que le dan todas las culturas. Existen muchas leyendas sobre la creación del arroz y la que más me impactó es un relato hindú. El Dios Siva creó una bella mujer de la que se enamoró. Ella le puso como condición para casarse recibir un alimento que jamás le llegara a aburrir. Siva no logró encontrarlo, y la doncella murió de tristeza. Cuarenta días después, de su tumba brotó una planta desconocida que Siva reconoció como el alimento que su amada deseaba. Él recogió sus granos y los distribuyó por todo su reino.

El arroz no solo nos llena la panza, sino también nuestro corazón compartiendo una buena mesa en familia o con amigos, alrededor de un delicioso risotto italiano, una paella española, un rico plato cubano de moros y cristianos (con porotos negros), un chop suey chino o simplemente nuestro criollo guisito de arroz.

Les dejo una receta clásica de risotto para que disfruten:

INGREDIENTES: (6-8 personas)

• 500 g de arroz carnaroli, arborio o doble carolina

• 1 cebolla blanca grande cortada en brunoise

• 5 cdas. de aceite de oliva

• 300 ml de vino blanco seco

• 2 l de caldo de ave

• 100 g de queso parmesano, reggianito o sardo rallado

• 150 g de manteca

• Sal

PREPARACIÓN

En una olla gruesa (ideal de hierro) y de boca amplia,

rehogar la cebolla en el aceite de oliva hasta que esté

transparente. Agregar el arroz crudo y tostarlo unos 2 minutos

hasta que quede nacarado (tiene que adquirir temperatura,

pero no color). A continuación, agregar el vino

blanco. Dejar que se evapore y en ese momento agregar

el caldo caliente en tandas, siempre cubriendo el arroz.

Transcurridos los primeros 15 minutos de cocción, debería

poder hacerse un surco con una cuchara de madera

que permita ver el fondo de la olla. Esta es la pauta para

saber que se ha colocado la exacta cantidad de caldo. Hacia

el final de la cocción salar a gusto. Apagar y retirar del

fuego.

Incorporar el queso parmesano rallado y la manteca en

cubos. Mezclar con energía para que emulsione.

 

Variantes: rehogar champiñones u hongos de pino hidratados, cebollita de verdeo y adicionar un dedal de azafrán o cúrcuma para realzar el sabor y el color.  

martes, 7 de julio de 2020

RECUERDOS DE INFANCIA-Postrecito


Aunque a muchos les pueda parecer raro, tuve la suerte que mis padrinos fueran muy jóvenes cuando nací, 8 Fede y 10 años Adri .
Además de los juegos y paseos en bici ,recuerdo el postre de Maizena con chocolate en polvo Vascolet de mi madrina. Y aun ya mas grande me lo siguió preparando para horror de sus hijos que no les gustaba. Lo que me encantaba era romper la película gruesa que se hacia al enfriarse y descubrir ese postre cremoso que emergía para luego deshacerse en mi boca
Aquí su receta
Ingredientes
1 litro de leche entera o baja en grasa
5 cucharadas de Maizena
2 a 4 cucharadas de azúcar pero depende de cuan dulce prefieran
4 a 5 cucharadas de chocolate en polvo puede reemplazarse por esencia de vainilla o 5 cucharadas de dulce de leche
Instrucciones
Servir una taza de leche y agregar las 5 cucharadas de Maizena, mezclar hasta que no queden grumos.
Colocar la leche restante junto con el azúcar a fuego lento en una cacerola.
Una vez que esté bien caliente, agregamos la preparación anterior de la taza y revolvemos.
Cuando esté bien espeso y por hervir, sacarlo del fuego y agregar el chocolate en barra, revolviendo bien hasta que se derrita. Lo mismo si usas el chocolate en polvo ,la esencia o el dulce de leche. Seguir batiendo (con cuchara de madera) hasta que baje la temperatura.
Dejar enfriar y disfrutá un postre apto para celíacos
La cantidad de azúcar y chocolate puede variar a gusto personal.

FIREWALL CONTRA EL FRÍO-GUISO VEGETARIANO DE CATY


Este guiso pertenece a una gran amiga de mi familia que trabajò en casa muchos años y que siempre recuerda con cariño a mis padres. En aquellos viejos tiempos el valor de una persona no se media por su origen y posición social. La bondad, la solidaridad, la palabra y la confianza mutua eran los tesoros mas valiosos que poseían las personas en una época que se tenia poco metálico pero mucho corazón y coraje .
 Ingredientes: las cantidades son "a gusto e piacere"

*1 lata de Poroto u otra legumbre. O remojar la noche anterior porotos, garbanzos o lentejas secos
*1 mandioca ,1 papa y un trozo de calabaza cortadas groseramente
*1 zanahoria y otro pedacito de calabaza rallados para darle consistencia.
*1 cebolla grande opcional algún diente de ajo
*Agua o Caldo cantidad necesaria
*Arroz un pocillo por persona
* sal ,pimientas y Especias

PREPARACIÓN Se rehoga la cebolla. Se agregan las verduras cortadas se revuelve un minutito para que tomen color.Se vierte el agua o caldo caliente se deja cocinar 10 minutos. Se agrega el arroz y las legumbres previamente remojadas, se sigue cocinando otros 20 minutos.. Si eligieron de lata agregar al final para que solo tomen calor  Cocción total 30-40 minutos aproximadamente dependiendo del tipo de arroz y del tamaño que hayan cortado los vegetales Condimentar con lo que gusten 
NOTA :para los mas carnívoros se puede dorar algunas piezas de pollo, carne de vaca o cerdo y luego agregan las verduras y el agua. También pueden enrriquecer el guiso con morrón y cebollita de verdeo

domingo, 5 de julio de 2020

RECUERDOS DE FAMILIA -BUDÍN INGLES

El budín inglés o pastel de fruta es básicamente una preparación hecha con frutas abrillantadas(confitadas) o fresca troceada, frutos secos y especias, y adicionado algún tipo de licor como el coñac . En algunos países se decoran con cubiertas de glasé , crema o chocolate y rematado con frutas secas y frutas confitadas como cerezas.
El budín inglés es una confitura tradicional anglosajona. No existe celebración en donde falte un budín como la Navidad o casamientos. Antiguamente se preparaba con seis meses de anticipación, ya que se lo consideraba como un amuleto que curaba todos los males. Eso se debe a que era llevado a la Iglesia para que el sacerdote lo bendijera. En la cena navideña, cada miembro de la familia comía un trozo y el resto era guardado para entregar en el momento que se necesitara, a personas o animales enfermos. Es hermano de la torta galesa y pariente lejano de todas las tortas de frutas que se preparan en América. Aunque tiene una fuerte impronta del legado de los inmigrantes ingleses, galeses y escoceses que llegaron a la Argentina
La receta más antigua de la Antigua Roma lista semillas de granada, frutos de pino y pasas de uva mezcladas en un puré de cebada. En la Edad Media se agregó miel, especias y frutas de conserva. Allí fue cuando comenzó a usarse la denominación «pastel de fruta».
Pero porque esperar a fin de año o estar enfermos, si podemos celebrar hoy y reconfortarnos con esta receta que fue relegada injustamente a ser un articulo que rellena las canastas navideñas .
En invierno, mi mamá hacia grandes cantidades que freezaba pensando ingenuamente que durarían todo el mes. Por ello, recordando a aquellos tiempos, comparto su receta.
INGREDIENTES
  • 200 g de manteca
  • 200 g de azúcar
  • 4 huevos🥚
  • 300 g de harina leudante +1/2 cdita de bicarbonato
  • 1 cdita. de extracto de vainilla🥄
  • 1 cda. de coñac (puede omitirse)🥄
  • 1 taza de nueces🌰
  • 1/2 taza de frutas abrillantadas
  • 1/2 taza de pasas de uva sin semillas

PREPARACIÓN🥣
Batir la manteca con el azúcar hasta que quede cremosa.
Incorporar los huevos de a uno y continuar batiendo hasta integrar muy bien.
Incorporar la harina leudante con el bicarbonato, previamente tamizados ( en su defecto reemplazar por harina 0000 +2 cditas. de polvo de hornear.)
Agregar el extracto, el coñac y las frutas, previamente pasadas por harina y picadas groseramente. También se puede perfumar con un poquito de cascara de limón .Si no les gustan las frutas abrillantadas se puede reemplazar con pedacitos de dulce de membrillo o chips de chocolates
Volcar la preparación en molde para budín enmantecado y enharinado. Cocinar en el horno precalentado a temperatura moderada – baja durante 1 hora aproximadamente o hasta que, al insertar un palillo, salga seco.
También se puede separar en budineras de papel más chicas de las cuales pueden salir 4 unidades aproximadamente. Se cocinarán en aproximadamente 40 minutos dependiendo del tipo de horno y del tamaño del molde. En este caso son ideales para regalar o freezar envuelta en film, si tienen la suerte de no tener una familia muy glotona.

viernes, 14 de febrero de 2020

Gastronomía de Carnaval


Siempre las celebraciones se las asocia a la música, los bailes y a la muy buena gastronomía. Las Pascuas, Navidad, Año nuevo hasta el Día de los Fieles Difuntos posee una comida especial para la fecha. Por eso carnaval no es la excepción. Si bien en Argentina no tenemos un plato específico para dicha festividad, podemos decir que heredamos de los inmigrantes muchos de sus dulces que disfrutamos en toda ocasión como los crepes, las berlinesas o bolas de fraile, fritelle o buñuelos, los bolludagur o profiteroles.
Estamos en plena época de carnavales, que se desata la fiesta, reina la alegría y la diversión. Aunque las costumbres son distintas en cada país, el disfrutar al máximo de muchas delicias es algo común
Son los días previos a la abstinencia cuaresmal y por eso hay que aprovechar para tentarse con deliciosos manjares  que, en teoría, estarán ausentes de la mesa hasta después de Semana Santa. Por eso en casi todo el mundo encontramos muchas recetas típicas de masas fritas, mucha carne, quesos y dulces.
Antes de cumplir con la abstinencia cuaresmal hay que aprovechar bien para hartarse de los platos favoritos por eso triunfan en todas partes los dulces fritos, como los smoutebollen belgas. En otros países anglosajones el Martes de Carnaval se conoce como el Pancake Day, cambiando los crêpes por tortitas y sus variantes, que sirven para dar salida a los huevos, en teoría prohibidos más tarde.
Lo habitual es que predominen los platos más típicos de cada región, esos que no faltan en ninguna fiesta local, como ocurre con el mote con fritada en Ecuador o Colombia, también con el sancocho, o en Perú con el puchero y el paiche con yuca y plátano.

Italia El origen del Carnaval podría estar en las fiestas paganas en honor a Baco, pero lo que está claro es que Italia ha jugado un papel fundamental en la difusión de estas fiestas por todo el mundo. Los italianos viven con gran fervor los carnavales ya desde que termina la Navidad, con muchas fiestas locales diferentes. Además de Venecia, son famosos los carnavales de otras zonas como la Toscana, Emilia-Romaña o Nápoles, cada uno con sus delicias locales para descubrir.
Entre los dulces más conocidos tenemos los adictivos castagnole, pequeñas bolitas fritas y rebozadas en azúcar. También son imprescindibles las favette venecianos, muy parecidos a los buñuelos, o los chiacchiere -también llamados frappe o bugie-, rectangulares y crujientes. Similares a los Berliner germanos son los bomboloni, que pueden ir rellenos de chocolate, y hay otras masas fritas muy populares como los tortelli o, simplemente, fritelle, con distintas variaciones según la región.
Además podemos deleitarnos con otras tentaciones golosas como el migliaccio napolitano, una especie de pastel de sémola y ricotta, o el bizcocho berlingozzo, de tradición toscana. Todo se puede acompañar con el sanguinaccio, una crema de chocolate que deriva de una antigua receta elaborada con sangre de cerdo tras las matanzas. Y otra delicia más que no nos podemos perder es la pignolata, un dulce que en Sicilia se sirve con un glaseado de chocolate o limón, y en Calabria con miel.

En España,el Carnaval empieza el jueves Lardero con la butifarra de huevo de Cataluña, de ahí el dicho: «Dijous Gras, botifarra menjaràs! «Precisamente porque la carne y el huevo eran los alimentos prohibidos en la Cuaresma, la tortilla de butifarra de huevo marca la tradición.
Si vamos a los postres es la coca de llardons (chicharrones), una bollo dulce típica del Pirineo Catalán. Hecha a base de hojaldre, chicharrones y huevo que se cubre con piñones y azúcar.
 En Barcelona, no falta el cocido de Carnaval. Toda una exaltación al cerdo, del que no se desperdicia nada. Chorizo, cabeza, costilla, lacón, androlla, garbanzos, papas y grelos
Y para endulzar la fiesta en Galicia se comen las orejas de carnaval  u “Oreja de Fraile”. Se trata de una masa frita, fina y crujiente cubierta de azúcar que se rompe como el cristal.
La fiesta culinaria de Carnaval termina el miércoles de ceniza con el entierro de la sardina. Así que no es casualidad las parrilladas de sardinas que se organizan en varias comarcas, como en Arenys de mar, después de quemar al Rey Carnestoltes.

Alemania Conocido como Karneval, Fasching, o Fastnacht, hay celebraciones por todo el país pero sobre todo se lleva al extremo en las zonas católicas, y los más famosos son los de Colonia, Düsseldorf, Maguncia y Munich donde no falta el vino, la cerveza Kölsch y la comida bien calórica. Lo típico para entrar en calor son los derivados del cerdo, muchas Bratwurst, pretzels, gallina asada o guisada y sin que falte el queso , la panceta y la manteca. En cuanto a los dulces tradicionales, el imprescindible es el Berliner, también llamado Pfannkuchen, Krapfel o Kreppel. Es una masa dulce de panadería en forma de bollo redondo, como sin agujero como nuestra bola de fraile, fritas y rellenas de mermelada, crema o chocolate antes de rebozarlas en azúcar.

Suiza también tiene en esta época una de sus mayores fiestas del año en especial en Lucerna y Basilea. La tradición cristiana se mezcla con culturas paganas y el folclore local, y son muy característicos los desfiles y fiestas callejeras con los trajes, disfraces y las peculiares máscaras tradicionales. La fiesta empieza a las cuatro de la madrugada del lunes anterior al Miércoles de Ceniza, sin importar el frío que haga.
Entre las especialidades suizas típicas de la época destacan la sopa de harina, el Käsewähe y Zwiebelwähe -tarta fina de queso y de cebolla- y, por supuesto, los dulces fritos. Destacan las Fasnachtschüechli, una especie de tortas muy finas y crujientes que recuerdan a nuestras orejas, también los Schlüferli, Schenkeli o los Zigerkrapfen, una especie de empanaditas fritas rellenas de queso y frutos secos con canela y limón.

En Francia también tienen grandes fiestas por Carnaval, son muy famosos los festejos de Niza, Limoux, Dunkerque, Annecy . En cualquier caso, lo que sí es más común a toda Francia celebrar es el Mardi Gras, que supone el último día antes de iniciar la abstinencia de Cuaresma. Dulces o salados, los crêpes son muy tradicionales pero también los gofres. Otra receta típica que no suele faltan en los hogares son los guenilles o bugnes, muy parecidos a los buñuelos y a tantos otros dulces de sartén que se repiten por todo el mundo. Y tampoco se pueden olvidar los beignets, aunque los más famosos los encontraremos cruzando el Atlántico.

Un carnival genérico en Estados Unidos se puede referir a lo que nosotros llamaríamos feria ambulante, típica de las fiestas de barrios y pueblos. Pero el Carnaval propiamente dicho en este país nos lleva irremediablemente a Luisiana, donde nos espera el mágico Mardi Gras de Nueva Orleans. a través de la mezcla de culturas y con la música en la sangre.
Cada año por Carnaval no faltan los platos imprescindibles de su deliciosa cocina. Jambalaya, gumbo, salchichas andouille, étouffée, o el sándwich muffuletta son imprescindibles. En cuanto al dulce, el King Cake es precisamente eso, el rey, pero no se pueden olvidar los deliciosos beignets acomañados de café au lait.

Está claro que el Carnaval y Brasil van de la mano, es probablemente la fiesta más famosa del mundo y son muy conocidos sus fastuosos desfiles llenos de colores. Pero nunca falta el espectáculo callejero y la buena comida.
Después de tanto baile ,para recuperar energía lo hacen con la típica feijoada, el plato nacional que a pesar del calor no puede faltar. Por las calles se puede disfrutar de muchos otros bocados como el pan de queso, brochetas de carne, salchichas, el fricasé con huevos y limón y una buena variedad de salgadinhos, los aperitivos o picoteos.

En Finlandia también tienen sus bollos típicos de carnaval. Se trata del laskiaispulla, que puede estar relleno tanto de mazapán como de mermelada de fresa y crema montada. Lo mejor para disfrutarlos es acompañarlos de un buen café o una fabulosa taza de chocolate caliente.

Si queremos preparar o tomar un postre de Dinamarca, típico de esta celebración, no debemos olvidar los bollos Fastelavnboller. Su propio nombre lo dice todo, ya que Fastelavn significa carnaval en danés. En estas fiestas los niños se disfrazan y van por las casas pidiendo estos bollos dulces rellenos.

En Islandia, seis semanas antes de la Pascua, se celebra el Cream Puff Day. Se preparan y se venden en este día los bollos llamados Bolludagur, rellenos de crema o mermelada y cubiertos con un glaseado de chocolate.

Similar a los bollitos finlandeses y los daneses son los Semlor en Suecia, aromatizados con cardamomo y con un relleno de pasta de almendra y crema. Son típicos, sobre todo, del Martes de Carnaval.

En Rusia celebran la Maslenitsa, una semana carnavelesca que finaliza el domingo anterior a la víspera de la Cuaresma. Lo más típico de la gastronomía rusa en esta celebración son los blinis, unas tortitas que pueden rellenarse de forma dulce, con chocolate, miel, mermelada o de forma salada, con salmón, caviar, etc. Los blinis forman parte de la cocina tradicional eslava.

En Chipre, por su parte, también celebran a lo grande el Carnaval con muchos platos típicos de carne, sobre todo cordero pero también cerdo y pollo, y quesos locales. Son tradicionales las souvlaki o brochettes de cordero, afelia o guiso de cerdo y el tavva, asado de cordero con patatas y tomate. En cuanto al dulce, no pueden faltar los bourekia, masas fritas rellenas de un queso fresco local con agua de rosas, vainilla o aromas cítricos.

 Cada nación o cultura ha sabido adaptar el Carnaval a sus propias costumbres y tradiciones sin olvidar su esencia que es vivir con alegría, en paz y armonía aun en los malos momentos. El Carnaval nos permite tomarnos un respiro de las obligaciones cotidianas disfrutando de la música, el colorido y la excelente comida de esta festividad.  




martes, 11 de febrero de 2020

COOK LIT- DOS PASIONES QUE NO PODEMOS ABANDONAR


Amar y comer son dos acciones que no podemos evitar, de las cuales son vitales para nuestra existencia para bien o para mal. Es común escuchar la frase: "Conquistar a un hombre se empieza desde el estómago, y pensaba cuantos libros se han escrito bajo esa premisa. Muchas obras fusionan la gastronomía con la literatura. Obras que invitan a devorar los platos que pasan por sus páginas.
La gastronomía también se deja ver en el cine, y en los últimos años hemos podido disfrutar de películas tan sabrosas como Ratatouille, o Julie y Julia, la película protagonizada por Amy Adams y Meryl Streep, basada en las memorias de una mujer que quiso recrear todas las recetas de la cocinera norteamericana Julia Child que seria el equivalente a nuestra Doña Petrona C. de Gandulfo.

Mas allá de los recetarios, de los antiguos programas para la mujer (Utilísima) y los modernos realities de gastronomía (Masterchef), sumado a canales de cable como El Gourmet y los “cooking influencers” de las redes sociales, siempre existieron novelas donde la cocina está muy presente, si no es el escenario principal… es adorada por alguno de sus protagonistas. El ‘cook lit o Kitchen Lit sin llegar a ser un género propiamente dicho, esta incluido dentro de la literatura femenina como el Chick Lit ( “Comer,rezar,amar…” de Elizabeth Gilbert) , que están de moda. En ambas las protagonistas son mujeres trabajadoras que desean superarse y cumplir sus sueños, sobreviviendo con toques de humor las vicisitudes de la vida, pero en distintos escenarios laborales.

En otros casos las novelas de cook-lit, detallan el duro día a día de la vida de un cocinero profesional, así como la pasión y la creatividad que rodean la creación de un plato. También existen otras que evocan con nostalgia la historia familiar, a través de recetas, en particular aquellas relacionadas con la inmigración.
Entre los libros encontramos además numerosas referencias culinarias. Algunas tan famosas que han pasado a describir estados de ánimo. Es el caso de la “magdalena de Proust”. En la obra “En busca del tiempo perdido” este típico dulce remojado en té despierta recuerdos a los personajes que los llevan a su infancia.

La comida también define el carácter de numerosos personajes de ficción en especial detectives como Hércules Poirot de Agatha Christie, Pepe Carvalho de Manuel Vásquez Montalbán y el Comisario Montalbano fanático de las “arancini” sicilianas, con el cual Andrea Camillieri rinde su admiración al escritor español.

Hoy como si fuera novedosos encontramos novelas impresas recientemente, donde por lo general el protagonista es una mujer que tiene una desilusión amorosa. Esta premisa se repite una y otra vez en libros con títulos y tapas parecidos, pero con distintos autores totalmente ignotos, por ejemplo La sonrisa de las mujeres de  Nicolás Barreau o El café de los corazones rotos de Penélope Stokes, que incluyen recetas al final del libro.

Por ello quería compartir con Uds. algunos libros anteriores a esta moda literaria que también fueron adaptados al cine
 “Como agua para chocolate”. Laura Esquivel habla de cocina, de recetas, de amor, de secretos; de tradiciones familiares crueles en un México en el que la hija menor tenía prohibido casarse y, por supuesto, enamorarse. Todo ello, bien regado con realismo mágico espolvoreado con el exotismo de la mejor cocina mexicana. 25 años después Laura Esquivel edita El diario de Tita, donde la protagonista atesora secretos, recetas y recuerdos.

'Afrodita: cuentos, recetas y otros afrodisiacos', de Isabel Allende que con un toque de erotismo combina los placeres de la cocina con los carnales. En este libro dividido en dos partes —la primera versa sobre alimentos, especias y bebidas vinculadas a la sensualidad y la segunda son recetas en este mismo contexto.

'Milenio Carvalho', de Manuel Vázquez-Montalbán «Sherlock Holmes tocaba el violín. Yo cocino.» Con esta declaración el mítico detective de Vázquez-Montalbán describía su gran afición por la cocina. En cualquiera de las novelas de la saga se puede disfrutar de un Carvalho que ama a partes iguales la cocina y la buena mesa, y que aborrece un plato cuando está mal preparado. Otro libro interesante del autor es Las recetas de Carvalho, Manuel Vázquez Montabán, donde el autor recopila las mejores recetas a través de diversas secuencias culinarias de la famosa serie.

'El festín de Babette', de Isak Dinesen La innata capacidad de la escritora danesa para describir certeramente lo que sucede en sus novelas dio pie a dos grandes películas de la historia de los Oscar, la que se basa en este libro y Memorias de África.  La novela trata sobre un pueblito pesquero donde una extranjera y las hijas de un pastor tratan de continuar con su buena obra  tras ser recibidas con recelo en la comunidad, se proponen hacer un banquete para todo el pueblo, algo que provocará desconfianza y curiosidad de los lugareños.

 “Chocolate” de Joanne Harris La novela, igualmente reconocida por la versión cinematográfica que encarnaron Juliette Binoche y Johnny Depp, vuelve a unir amor y cocina a través de una chocolatería capaz de despertar los deseos más ocultos. Los sabores ‘prohibidos’ como símbolo de una sociedad atada por los prejuicios y con necesidad de abrirse.

“ La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey”, Mary Ann Shaffer y Anni Barrows. Enero de 1946: Londres emerge de las sombras de la Segunda Guerra Mundial. La escritora Juliet Ashton está buscando el argumento para su próximo libro, que lo encontrara en la carta de un desconocido, nativo de la isla de Guernsey, a cuyas manos ha llegado un libro de Charles Lamb que perteneció a Juliet. A medida que Juliet y el desconocido intercambian cartas, ella se queda atrapada en un mundo maravillosamente excéntrico. La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey nace como una coartada espontánea cuando sus miembros fueron descubiertos rompiendo el toque de queda de los alemanes. Los miembros de este grupo sobrellevaron la ocupación nazi organizando reuniones de lectura sobre novelas clásicas, siempre alrededor de un pastel de piel de papa. Cautivada por sus historias, decide visitarles, y lo que encuentra le cambiará para siempre.

Para los mas chicos podemos encontrar otro libro que luego fue adaptado al cine, Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl. . El señor Wonka, dueño de la magnífica fábrica de chocolate, ha escondido cinco billetes de oro en sus chocolates. Quienes los encuentren serán los elegidos para visitar la fabrica. Charlie tiene la fortuna de encontrar uno de esos billetes y, a partir de ese momento, su vida cambiará totalmente.

Entre los libros que esconden nostalgias del pasado podemos nombrar:
Azafrán- Viviana Lepes y Lucrecia Mirad cuentan juntas la vida de una abuela que son todas las abuelas y es, también, un homenaje a ellas. Azafrán es un libro para revivir la historia de la inmigración española en la Argentina a través de hermosos relatos y deliciosas recetas.

Victoria Schiridian Una Pizca De Amor Un viaje en el tiempo y la memoria de la mano de 12 mujeres descendientes de Armenia. Sus historias de inmigración, cada una diferente, las trajeron a instalarse en la ciudad de Buenos Aires. En estas páginas nos relatan sus recuerdos, sus heridas, sus alegrías y algunas de sus mejores recetas de la cocina tradicional armenia.
Una vida en recetas  de Silvia Morizono, ilustrado por Flor Kaneshiro Para algunos, la cocina es un espacio físico lleno de ollas, cucharones e ingredientes. Para otros, una ventana al mundo. Un universo donde la creación, la sensibilidad y el sentido estético se conjugan para dar lugar a platos que resultan obras de arte. Silvia Morizono supo encontrar en la cocina un lugar propio. Desde allí despertó paladares, transmitió valores y reversionó los sabores de su infancia.

Sabores de la memoria de Ana Pomar Cada receta viene con su historia. O cada historia con su receta. La voz que narra se vuelve de pronto entrañable. Hipnotizado por su gracia, uno la sigue a donde ella quiera llevarnos. En estas historias, sabrosas y genuinas hasta el caracú, e mundo cotidiano adquiere un encanto y una sugestión inesperados.
Además se publicaron hace muchos años dos antologías de cuentos y poemas como “Comer con los ojos” y “Vino para contarnos” donde recopilan textos escritos por grandes autores de todos los tiempos donde la comida y el buen beber son protagonistas
Aunque merece un capítulo aparte no podemos dejar de nombrar textos de divulgación como “El Nuevo cocinero científico, cuando la ciencia se mete en la cocina” de Diego Golombek y  Pablo Schwarzbaum  ,“La comida en la historia argentina” de Daniel Balmaceda o “¡Delizia!, la historia épica de la comida italiana” de John Dickie que si bien no son obras literarias, nos desasnan de manera amena a través de anécdotas gastronómicas… 


Se que han quedado muchos libros en la estantería sin nombrar: algunos muy entrañables, otros entretenidos y otros tantos para el olvido. Pero como de gustos no hay nada escrito, lo que a mi me gusta a uds. quizás no. Solo se que tengo ambas pasiones que son leer y comer. Todo en la vida son elecciones personales por lo que no debo decirles que leer pero si puedo encenderles la chispita de la curiosidad.

martes, 4 de febrero de 2020

ROSSINI –Un artista culinario



Una sinfonía de sabores y aromas
Cuando una comida es nombrada “A la Rossini” pareciera que estuviéramos refiriéndonos a un gran chef que dedico toda su vida a la innovación en la cocina. Pero en realidad estamos hablando es de Gioacchino Rossini , el gran compositor italiano nacido en la localidad de Pesaro y autor, entre muchas otras óperas, de “El barbero de Sevilla”. A Rossini se lo reconoce universalmente por su talento musical, pero resulta que su otra pasión era un tanto más mundana: la buena cocina.

Además de partituras históricas, el hombre legó un extenso recetario de su autoría. Incluso hay cocineros que dedicaron platos en su memoria, al punto que hay más de 100 preparaciones que llevan su nombre.Tournedos a la Rossini, canelones a la Rossini, huevos a la Rossini, pollo a la Rossini, filet mingon a la Rossini, arroz a la Rossini, tallarines a la Rossini y si seguimos buscando encontraremos un sinfín de preparaciones “a la Rossini”. Y como hizo fortuna rápidamente, se retiró siendo muy joven con el objeto de dedicarse a la gastronomía.

Su afición o casi devoción por la cocina y la buena mesa llegó hasta tal punto que en aquellos tiempos hizo pensar a muchos de sus contemporáneos que su verdadera pasión no era la música, sino la gastronomía. A él se le atribuyen frases tan conocidas como: “El apetito es la batuta que dirige la gran orquesta de nuestras pasiones”,  “Comer y amar, cantar y digerir; esos son a decir verdad, los cuatro actos de esa ópera bufa que es la vida y que se desvanece como la espuma de una botella de champagne” o “La trufa es el Mozart de los champiñones”.

También se decía -probablemente no de muy buena fe- que Rossini sólo lloró dos veces en su vida de adulto: la primera por la muerte de su padre y la segunda cuando se le cayó un pavo trufado por la borda de un barco en el que viajaba.

Rossini vivió la mayor parte de su vida en París y no sólo consumió productos locales, sino que se hacía traer productos de su amada Italia, como el arroz para el risotto y la preciada trufa Alba. Es conocida su afición al vino de Marsala, presente en muchas de sus recetas. L
a fama de su genio le permitió codearse con nobles e intelectuales franceses, como el gastrónomo Anthelme Brillat-Savarin y con Alejandro Dumas, escritor y gran amante de la cocina.
 En este ambiente conoció a quien se convertiría en su gran amigo: Antoine Carême, el famoso cocinero y gastrónomo francés, quien tras haber trabajado para los personajes más influyentes de la época, dirigía por entonces las cocinas de los Rotschild, donde conoció al compositor. 
Cada vez que Rossini era invitado a casa de los Rothschild, primero se dirigía a la cocina para saludar a Carême, y de paso, lograr que éste le aconsejara los platos más deliciosos del menú. Estos encuentros forjarán una gran amistad, hasta el punto que cuando Rossini abandona París y se traslada a Bolonia, Carême se senírá muy infeliz por haber perdido a un gran amigo y sobre todo, como él decía, porque aparte de apreciar su talento gastronómico le había sabido entender.
La relación amistosa no terminó con la distancia, puesto que Carême en una ocasión le envía a Bolonia un faisán trufado, sabedor del gran favor que le hacía a su amigo. En la caja le escribe una nota sencilla: “De Carême a Rossini”. El Maestro respondió a este detalle con otro de igual magnitud: le compuso una pieza musical titulada “De Rossini a Carême”.
Esta gran estima que sentían el uno por el otro, nos es revelada por Carême en una carta:
“Me dijo un día que había recibido una invitación para trasladarse a los Estados Unidos. Iría, sin duda alguna, añadió, si Ud. decidiera también trasladarse a América. Así me hablaba un gran músico italiano. Se llamaba Gioachino Rossini”.

Además tenia una gran pasión por los macarrones. Solía decir que para que los macarrones resultaran apetitosos, era necesario una buena pasta, excelente manteca, salsa de tomate y un buen parmesano. Y, por supuesto, una persona inteligente que supiera cocer, aderezar y servir.
 
Pierre Lacam, pastelero del príncipe Carlos III de Mónaco, nos refiere la singular manera en que Rossini preparaba sus macarrones. A saber, una vez cocidos, casi como canelones, les inyectaba foie gras con una jeringa y volvía a pasarlos por el fuego con manteca, queso parmesano y gruyere. Este plato se los conocia como Maccheroni SiringatiOtro de los platos que acostumbraba cocinar era paté de pollo con cangrejos a la manteca.

Respecto a los famosos tournedos a la Rossini (solomillo de ternera con panceta)-una de las preparaciones culinarias más conocidas-, cuenta la historia que una noche en la que el compositor fue a cenar al restaurante parisino Café Anglais, del que era chef principal su gran amigo y admirador Adolfo Dugléré; Rossini propuso al cocinero que saliera al comedor y que allí mismo, delante de los comensales, improvisara un plato nuevo.  
Dugléré le respondió que él era una persona tímida y que no estaría a gusto ni trabajaría bien de ese modo, a lo que Rossini le increpó: “Pues bien, hágalo vuelto del otro lado, de espaldas al público”. Al parecer, entre la maestría del chef y las ideas aportadas por el compositor, nacieron los famosos tournedos, que fueron bautizados inmediatamente con su nombre.

Tournedos Rossini

Ingredientes (4 personas):
4 Tournedos de 3 cm. de grosor.
200 gramos de foie gras.
2 trufas.
4 rebanadas de pan.
100 gramos de manteca.
1/2 vaso de madeira.
Sal y pimienta.

Cortar las rebanadas de pan del mismo tamaño que los tournedos y dorarlas por ambos lados con un poco de manteca (o aceite, según el gusto). Reservar al calor. Después, cortar cuatro filetes pequeños de foie, algo menores que los tournedos. En una sartén, saltear con manteca o aceite de oliva los tournedos, dejarlos un minuto por ambos lados, salpimentar y colocarlos sobre las rebanadas de pan. Reservar al calor.
En la misma sartén, muy caliente, saltear rápidamente (15 segundos por cada lado) los filetes de foie. Tras salpimentar debemos colocarlos encima de los tournedos.
Cortar 12 láminas de trufa y colocar tres de ellas encima de cada tournedos.
Verter el madeira en la sartén, desglasar el jugo de los tournedos, dejar recducir la salsa unos minutos, añadir el resto de las trufas picadas y servir con los tournedos.

A partir de ese momento se multiplicaron las recetas a las que se asocia el apellido Rossini, casi siempre con la idea de que son creación directa compositor, como huevos revueltos, pulardas(tipo de gallina), tortillas, supremas de ave, filetes de lenguado o pollo salteado. La mayoría llevan como componentes foie y trufas, dos productos que entusiasmaban al músico.

También existe un aliño de ensalada a la Rossini, cuya receta dicen que fue dictada por el propio compositor con estas instrucciones: “Tomar aceite de Provenza, mostaza inglesa, vinagre francés, un poco de jugo de limón, pimienta y sal. Batirlo y mezclarlo todo. Echar después algunas trufas, cortadas cuidadosamente en trozos menudos. Las trufas dan a este condimento una especie de nimbo capaz de sumergir a un gourmand en el éxtasis”.

Pero quizás lo más conocido sean los canelones a la Rossini, una pasta rellena de difícil factura que sufrió modificaciones a lo largo del tiempo, aunque los ingredientes de la receta original son los siguientes:
#. 150 g de jamón cocido.
#. Una cebolla.
#. 100 g de manteca.
#. Una taza de caldo de carne.
#. 100 g de hígados de pollo.
#. Una taza de crema de leche.
#. Una trufa de Perigord.
#. 300 g de masa de canelones.
#. Sal y pimienta.
#. Queso parmesano.
Una vez picada la cebolla, el jamón y la carne, se rehogaba a fuego lento en manteca por unos pocos minutos. Luego se agregaba el caldo y se cocinaba media hora a fuego bajo. Se preparaba un relleno picado con los hígados, la trufa, la crema, sal y pimienta.
Después se rellenaba con una manga los cuadrados de masa para canelones, que finalmente se gratinaban en una bandeja enmantecada cubierta del sofrito original y el queso parmesano.


martes, 28 de enero de 2020

Gastronomía Boliviana

La Gastronomía de Bolivia es conocida principalmente por su variedad de platos que varían de zona en zona. Con profundas raíces español-moriscas e indígenas, transformadas por el mestizaje y los diferentes momentos históricos que el país ha experimentado, la gastronomía boliviana ha sumado una amplia gama de platos y recetas, lo cual la hace variada, rica y diferenciada. A esto se le suman bebidas de calidad como la cerveza , el vino,el cocoroco ( a base de caña de azúcar ) y la chicha (licor de maíz) teniendo los dos últimos una alta graduación alcohólica.
Bolivia fue habitada durante los últimos 20.000 años, al comienzo en pequeños pueblos y alrededor del 220 A.C. comenzó la muy importante civilización Tiwanaku a desarrollarse en la región del lago Titicaca. Sus técnicas agrícolas eran muy avanzadas al igual que las de otras etnias igualmente desaparecidas.
Junto con la llegada a Bolivia de los conquistadores al mando de la corona española en el Siglo XIV, encontraron una región muy avanzada y próspera. Con ellos no solo trajeron la Biblia y la espada sino también ingredientes que se transformarían en la base de la futura alimentación criolla. Entre los productos que trajeron están el trigo, los cerdos, las ovejas, los pollos y los vacunos. Estos ingredientes base se mezclaron y, así, dieron origen a los platos más típicos de Bolivia.
Hasta nuestros días Bolivia es, de todos los países Andinos, el que se mantiene más cercano a su origen indígena y conserva muchas de sus tradiciones.
Por estas razones hay muchas similitudes con otros países que fueron parte del Imperio Inca, en especial en el uso de ciertos ingredientes y el modo de cocinarlos, como en el Noroeste Argentino,. La Papa y el maíz fueron una parte importante de su dieta, previo al Imperio Inca, continúan siendo parte de su dieta en la actualidad y donde aún se cultivan más de 200 clases diferentes de ambos productos.
Otro producto único e inigualable es la Quinoa, llamada por los Incas, La madre de los Granos, aún se cultiva y es un ingrediente muy común en su alimentación diaria. Está considerada de gran importancia ya que su grano contiene importantes proteínas y fibras y está en gran demanda en todo el mundo en la actualidad. Pero este grano solamente crece a determinada altitud, por lo que pocos países pueden producirlo.
La variedad de climas, zonas geográficas y distintos orígenes culturales influyen en la cocina nacional. Pero lo que es similar en todos ellos es la abundancia de carnes, arroz, papas y maíz. Y el simple agregado de condimentos hace que cada región tenga un sabor diferente y especial.
En las ciudades de la región andina occidental o la base de los platos es el maíz, el queso, cerdo, cordero, papas, pimienta. Ya en las ciudades del valle (región central), como Cochabamba, Tarija y Chuquisaca son variadas y el consumo de alimentos es bastante verduras, papas, maíz y carne vacuna. En la región oriental (Santa Cruz, Beni y Pando), los platos son el arroz, la yuca (mandioca), carne vacuna, queso, y pollo .Entre los platos tradicionales podemos destacar el picante de gallina(guiso), la sopa de maní, ají de lengua(guiso),salteñas(empanada de carne con papa y arvejas entre otros ingredientes),pique macho(salteado de carne,salchichas,cebolla, morrón y papas fritas),puchero,etc.
OTRAS RECETAS
Uno de los platos más típicos es el chairo, una elaborada sopa preparada con carne de cordero y vaca con papas, hortalizas y especias. Resulta exquisita, sobre todo si se prueba en La Paz. De allí es también el Plato Paceño, preparado con habas y queso y que se acompaña de salsa picante (llajua, hecha a base de tomates y pimientos).
La jakhonta, preparada con trozos de carne, papas, hojas de repollo y condimentado con orégano transformará su paladar, aunque resulta un poco pesado y no se recomienda si aún no se ha acostumbrado a las alturas paceñas.
En Oruro la especialidad es la cazuela, una sopa típica, y el ají de Pataskha, hecho con maíz aderezado con ají y carne de cerdo. El panpaku es un plato a base de carne de pollo, cordero, cerdo, papa y yuca. Su preparación, si tiene la oportunidad de presenciarla en algún restaurante, es todo un rito: los ingredientes son colocados en un recipiente herméticamente cerrado y enterrado en una fosa y se recubre con piedras y ladrillos previamente calentados mediante fuego de leña o carbón, al grado de reventar la piedra. Después se cubre con hojas frescas de hierba u hojas de plátano, y luego es tapado completamente con barro. El punto de cocción se produce cuando se resquebraja y sale humo de la hierba fresca quemada.
El jaka lawa es un plato a base a choclo (maíz fresco) molido, acompañado con trozos de carne y cuero de chancho (cerdo). También es muy típica la picana, una especie de caldo casi picante con algo de dulce, con choclo (elote o maíz), carne de res y pollo, zanahoria, tomate, cebolla, papas, vino seco y, dependiendo del gusto del cocinero, otros ingredientes. Éste es un plato muy frecuente en Nochebuena.
En cuanto a los dulces, son habituales los desayunos con chocolate y buñuelos, chambergos (un poco más duros y dulces), panetones (con pasas, frutas y almendras) o sopaipillas(similares a las rosquillas).
Por supuesto, no deje de probar las empanadas salteñas, parte de la tradicional gastronomía chuquisaqueña, y si viaja a Santa Cruz, el Plato Cruceño, preparado en base a plátano frito, arroz y huevos fritos, acompañados con ensaladas de verduras.
Les dejo una de tantas recetas de SOPA DE MANÍ
1/2 kilo de carne de vaca con hueso
1 taza de maní crudo
4 papas
1 diente de ajo
1 cebolla grande
1 zanahoria
1/2 taza de arvejas
1 taza de fideos guiseros
sal y pimienta al gusto
Remojar el maní 10 minutos en agua bien caliente. Luego sacar la cascara a cada maní, y en una licuadora triturar con el diente de ajo y con un poco de agua.
Hervir las papas cortadas en pequeños pedazos en abundante agua . Agregar la carne bien lavada, dejar cocer a una temperatura mediana durante 20 minutos. Luego agregar las arvejas, la cebolla y la zanahoria picadas. Poner sal y pimienta al gusto. Nuevamente hervir a fuego lento otros 20 min.Añadir el maní junto con las papas, dejar cocinar 10 minutos. Por último hervir los fideos, y agregar a la sopa. Una vez que los fideos y las papas están cocidos... servir.
¡Que la disfruten!

El Cercano Oriente-Historia del Wok


Hemos cocinado en una paellera, en disco de arado, y en los clásicos sartenes, pero que sabemos del wok. Existen algunas diferencias a la hora de escoger entre un wok o una sartén. No son muchas, pero lo cierto es que cocinar en un wok no es solo una moda, sino que te aporta numerosas facilidades y evita complicaciones.
De origen chino, este utensilio de cocina surgió ante la necesidad de optimizar y ahorrar la energía debido a que en el pasado era muy difícil y caro abastecerse de leña. De China ,el wok se expandió a otros países asiáticos donde se convirtió en un elemento infaltable en la cocina.  Por ejemplo, en India y Pakistán se puede encontrar el karahi, karhai o kadhai, que guarda cierta similitud con el wok, pero su base es plana.
Si queremos comprar uno el ideal es de hierro aunque también existen otros como los de cobertura de teflón. La medida estándar es de 35cm de diámetro por 10 cm de profundidad y con manija larga para que cuando sea necesario facilite la remoción de los ingredientes.

Un wok es ideal para saltear, debido a su fondo caliente y bordes fríos, lo que permite remover los ingredientes con gran facilidad. Además, no sirve solo para saltear los alimentos sino también se puede freír, hervir, estofar o cocer al vapor con un canastito de bambú. Sin complicaciones y en mucho menos tiempo que en una sartén se puede disfrutar de un plato completo y muy ligero. Además, logra que los ingredientes mantengan su sabor y sus aromas intactos.
En definitiva, el wok es una técnica de cocción rápida, fácil y saludable, que conserva las propiedades nutritivas de los alimentos y realza su sabor.
Gracias a su forma cóncava, con paredes altas, el calor se distribuye de forma más uniforme que en una sartén, y los ingredientes siempre vuelven al centro de este. Esto permite una cocción homogénea de los alimentos, sin tener apenas que utilizar aceite.
Al utilizar temperaturas tan altas una de sus mayores ventajas es la rapidez con la que se cocinan los alimentos. Por todo ello, cocinar con wok es más económico, ya que se utiliza menos aceite y se consume menos energía que con otros utensilios de cocina.
Pero además, el wok realza el sabor, color y textura de los alimentos, y permite cocinar una gran variedad de ellos como: verdura, carne, pescados, pasta…etc

Al igual que el discode arado el wok debe ser curado.El objetivo es sacar una capa delgada de aceite que viene sobre el metal y deshacerse de ella.
Pasos
  1. Lo primero es abrir las ventanas de su cocina porque el Wok va a humear mucho y podría desprender monóxido de carbono.
  2. Ponga el Wok a fuego alto hasta que esté bien caliente y humee.
  3. Lávelo con agua y un poco de detergente con ayuda de una esponja (nunca de metal porque lo raya). (Esta será la única vez en que lave el Wok con detergente.) Este paso es para sacar todas las impurezas químicas de fábrica que podría tener el Wok.
  4. Póngale  agua y llévelo a fuego fuerte. Cuando hierva el agua, deséchela y séquelo con papel toalla.
  5. Cuando esté  seco, otra vez póngale aproximadamente una taza (200 ml) de aceite de cocina (semilla  de girasol o una mezcla) y póngalo al fuego. Cuando el aceite humee, extiéndalo cuidadosamente por toda la superficie interior del Wok. Tire el aceite.
  6. Póngale agua al Wok (sin lavarlo) y deje que hierva. Tire el agua, lave el Wok sin detergente, ni esponja o paño abrasivo. Séquelo con papel absorbente.
  7. Ponga un poco de aceite y cuando esté caliente extiéndalo por todo el Wok. ¡Así estará listo para cocinar!
Con estos pasos ya está curado el Wok. Si el Wok no está suave, sin aspereza, repita el paso 5.

Comparto con Uds. una receta de wok de pollo agridulce con verduras que tranquilamente se puede hacer en el sartén de tu casa

Ingredientes
1 cebolla
1 zanahoria
½ pimiento verde
½ pimiento rojo
1 cdita. de azúcar
2 cdas. de salsa de soja
2 cdas. de jugo de naranja
2 cdas. de Ketchup
1 pechuga de pollo

Cortar en juliana 1 cebolla, 1 zanahoria, ½ pimiento verde y ½ pimiento rojo y reservar. En un bowl, mezclar 1 cucharadita de azúcar, 2 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de jugo de naranja y 2 cucharadas de Ketchup .
Por otro lado, cortar una pechuga de pollo en pequeños cubos y dorarlos bien en una sartén con Aceite caliente.
Salpimentar y reservar. En la misma sartén, colocar las verduras cortadas y saltearlas. Una vez cocidas agregarle los cubos de pollo ya dorados y por último la salsa.
Mezclar bien y dejar cocinar unos minutos.
Podemos acompañar el wok de pollo con arroz basmati o el que Uds. tengan en la alacena.

martes, 14 de enero de 2020

GIVE ME CURRY-Historia del Chimichurri



Hace un tiempo atrás, escuche a un chef argentino explicar a un extranjero una de las tantas versiones del origen del Chimichurri. Y me preguntaba ¿Cuánto sabemos de nuestra cocina criolla?
 Con respecto a nuestro fiel compañero, existen tantas recetas como asadores viviendo en nuestro país. Lo que tienen todas en común es su consistencia líquida y muy condimentada, generalmente picante y cuyos ingredientes fundamentales son perejil, ajo, vinagre, ají molido y un poco de sal.  Se utiliza para acompañar las carnes asadas, los choripanes , para marinar aves y pescados (sobre todo en nuestro litoral), o como aderezo de ensaladas. Esta salsa tiene la cualidad de realzar el sabor de la carne y se considera que ha contribuido a la fama internacional del asado argentino.
Hacia mitad del siglo XIX, el chimichurri se preparaba con base en salmuera, posteriormente sería sustituida por vinagre. Los ingredientes sólidos son triturados en un mortero y después vertidos en la emulsión de aceite y vinagre, se mezclan y se dejan macerar por unos días. También pueden agregarse otros condimentos como orégano, pimienta, tomillo, laurel, mostaza en polvo y/o albahaca. Algunos cocineros extranjeros le añaden: cebolla, morrón y cebolla de verdeo ignorando que están elaborando una salsa criolla.
El origen del chimi es incierto por lo que existen varias versiones. La menos probable es teoría que afirma que proviene de los prisioneros británicos tras las Invasiones Inglesas, quienes más tarde se asentarían en territorio argentino.
           Otra creencia se refiere la historia de un inmigrante irlandés llamado James McCurry, cuyo nombre en diminutivo, Jimmy, fue castellanizado junto con su apellido como Yimi Churri. Con el objeto de satisfacer su deseo por la entonces inhallable salsa Worcestershire( salsa liquida fermentada con especias y anchoas), se habría recurrido a productos disponibles, que devinieron en nuestro chimichurri.
Otros dicen que la nacionalidad de James era en realidad inglesa y que había llegado al país con la idea de exportar carne. Para agasajarlo y convencerlo que comprara la carne de las pampas, lo llevaron a comer un asado a Cañuelas. Al observar al parrillero, que sólo había utilizado sal para asar la carne, Curry pidió algunos ingredientes y preparó un adobo. Al no recordarse como se escribía su nombre, por deformación quedó bautizado como “Chimi” por Jimmy, y “Churri” por Curry.

Sin embargo, la versión más aceptada está relacionada con los ingleses que se afincaron en la Patagonia argentina. Según afirmaba el crítico Miguel Brascó, los descendientes de estos estancieros solían pedir a los peones que les acercaran el curry ( “ Give me the curry!”) para sazonar el cordero que comían. Cabe recordar que es curry es una mezcla de especias típica de la India. Debido a la gran influencia de esa nación en la cocina británica, los ingleses trajeron  a nuestras latitudes gran variedad de currys y los usaban con frecuencia en sus comidas.
Del “give me the curry!” al chimichurri habría una similitud fonética que los mismos peones irían modelando con el tiempo hasta convertirlo en el nombre de nuestra salsa más famosa. La receta original muto dejando de lado la cúrcuma, el jengibre, el clavo de olor y la canela, para dar lugar a hierbas y especias más comunes en estos lares.


Sin embargo, existe una versión que plantea que el origen habría que buscarlo en el País Vasco. El chimichurri nacional provendría del “tximitxurri”, que en euskera significaría “revoltijo” o “mezcla”. De hecho, existe una salsa similar pero que se prepara con ajo y perejil, junto con hierbas aromáticas, chile rojo, pimienta de cayena, tomillo y romero. Pero a la hora de buscar la palabra “tximitxurri” en diccionarios de euskera, nos encontramos con la sorpresa que no existe, añadiendo más misterio.
Mas allá de su denominación, y por más que nos duela, esta preparación no es exclusiva de Argentina, prácticamente existen fórmulas similares en todo el mundo y muchas de ellas fueron traídas por los inmigrantes que al igual que los ingleses, llegaron a nuestro país a principios del  siglo pasado. Por ejemplo, los italianos poseen en su recetario varias preparaciones como la Gremolata que es una especie de salsa verde que tradicionalmente es el acompañamiento del Ossobuco alla milanese. Los componentes clásicos son: el ajo, el perejil y la ralladura del limón. Dependiendo de la región puede contener Peperoncini, otras hierbas aromáticas y hasta anchoas. De la cocina siciliana, heredamos  la Salsa Salmoriglio, cuyo nombre deriva de salmurigghiu, que describe a una salmuera ligera. Los ingredientes básicos son jugo de limón, aceite de oliva virgen extra, orégano, perejil, ajo, pimienta negra y sal.

De los franceses, tomamos prestada la salsa provenzal, pero excite otra variante llamada "Herbes de Provence" o "hierbas de provenza" que es una mezcla de hierbas aromáticas tradicional de la cocina del sur de Francia. Se suele agregar a todo clase de carnes grilladas, a los quesos, a las ensaladas y a las salsas...Se emplea tomillo, romero, albahaca,  estragón, orégano, menta, laurel picado y algunas hierbas no tan comunes en nuestra gastronomía como el hinojo, la mejorana y la lavanda.
Si seguimos escarbando hasta los inmigrantes procedentes del Càucaso, contribuyeron con su tradicional adjika  que contiene pimiento rojo, ají de la mala palabra, ajo, cilantro, fenogreco (hierba típica de esa región) y tomillo fresco.

 Su cuna podrá ser vasca, italiana, inglesa o francesa...Podrá llamarse tximitxurri”, "Yimi Churri"o "che-mi-curry"...NO importa...porque es conocida internacionalmente como la salsa emblemática argentina. Es maravilloso que algo tan simple que no lleva cocción, ni técnicas culinarias sea distinguida por los más famosos chef, aunque algunos se tomen algunas licencias agregándole salsa de soja o aceto balsámico. Es tal su reconocimiento, que fue tabla de salvación de argentinos que viven en el exterior y que utilizaron su receta familiar para crear  emprendimientos que hoy podemos encontrar en almacenes y supermercados de todo el mundo.

RECETA A GUSTO E PIACERE (cantidades y tipo de ingredientes a gusto)
Poner una cucharada de especias preferentemente secas (orégano, provenzal, ají molido) un toque de pimienta y unas hojuelas de ajo en escamas y una hoja de laurel. Media taza de agua caliente, media de vinagre blanco y media de aceite de girasol o maíz. Dejar macerar 24hs.
También pueden prepararla con una base de salmuera con sal gruesa y agua. Agregar los ingredientes secos. Cocinar unos minutos hasta integrarlos. Fuera del fuego, agregar el aceite neutro y el vinagre blanco.  Pueden omitir la sal para aquellos que son hipertensos.
Sugerencias: Usen los ingredientes que tengan en casa: aceite de oliva, vinagre de vino, tomillo, romero, pimentón dulce para dar color. También pueden hacerlo con productos frescos como perejil, ajo o jugo de limón pero se corre el riesgo que fermente la preparación más rápidamente. Es preferible preparar pocas cantidades cada vez que necesitemos que intoxicar a nuestros comensales.  Guardar no más de tres semanas y en heladera.