martes, 11 de abril de 2017

La cocina Pascual y la inmigración

La Pascua es una celebración cristiana que conmemora la resurrección de Jesucristo. Es el final de la Semana Santa que comienza con el Domingo de Ramos conmemorando la entrada de Cristo a la ciudad de Jerusalén.
El lunes y el martes Santos, Jesús anuncia la traición que Judas concretará el miércoles. Un día después, el jueves, se lleva a cabo la Última Cena y el viernes Jesús es crucificado y sepultado. El sábado es un día de vigilia que finaliza con el Domingo de Pascua (Resurrección).

Además de los rituales religiosos, con el tiempo, la Pascua trajo aparejadas otras tradiciones vinculadas a lo gastronómico. Así fueron incorporados, por ejemplo, los famosos huevos de chocolate que hoy se han convertido en un símbolo universal. El origen de esta costumbre tiene distintas versiones. Lo cierto es que, para muchas culturas, los huevos encarnan los conceptos de vida y fecundidad. Es decir, de una nueva vida que, para los cristianos, llega con la resurrección de Cristo.

La rosca de Pascua, por su parte, es otra de las tradiciones gastronómicas. Esta costumbre tuvo su origen en Bolonia, Italia, y, en sus comienzos, se preparaba sólo con tres ingredientes: leche, huevo y harina. Con el paso del tiempo, fueron apareciendo distintas adaptaciones de este panificado hasta llegar a las variedades con las que contamos hoy en día: simples o rellenas con cremas o pasta de almendras. También las podemos encontrar con diferentes coberturas de acuerdo a las costumbres de cada región.
Con la simplicidad del pan y su forma circular, recuerda otro significado que tiene que ver con el ciclo de la vida que muere y se vuelve a iniciar. Las roscas de Pascua fueron en su origen simples panes leudados. Con ellas, en todas las casas se rendía culto a las cosechas o festejaba el final de una sequía. También se agradecía y se pedía por la generosidad de la tierra. Cada familia le imprimía un sello distinto: algunos les agregaban especias, las rellenaban o las decoraban con la fruta de sus huertos.
En Argentina las encontramos con dulce de leche, crema pastelera, frutas disecadas, chocolate repostero, dulce de membrillo o alcayota... las posibilidades son infinitas y se resumen al gusto y elección de cada consumidor.

Otra herencia italiana es la tarta pascualina que es un símbolo de la cocina de la región Liguria. Sus orígenes son antiguos, dado que era preparada ya en el 1400, y en esos tiempos estaba muy ligada al período de Pascua de Resurrección, del cual toma el nombre.
Se prepara extendiendo hojas muy finísimas de masa hecha con harina y aceite de oliva (sin levadura). Las hojas empleadas para el fondo deben ser más grandes que el molde, y en este punto de la preparación colgarán por fuera. Se extienden dos hojas, unas sobre la otra. Entonces se vierte el relleno, hecho con espinacas, acelgas o alcauciles cortados finas y salteadas con ajo, huevo, queso rallado, sal, nuez moscada  y mejorana u orégano picado. En el relleno se practican, con ayuda de una cuchara, unos huecos en los que depositar huevos enteros, que quedarán duros durante el horneado.
Entonces se extienden las hojas superiores, al menos dos, muy finas, engrasándolas entre ellas para evitar que se peguen, y se sopla con ayuda de una pajita para crear un hueco entre ambas, a modo de cámara de aire. Se enrollan las hojas en los bordes del molde hacia el interior, creando un doblez decorativo, y se cuece al horno. Cuando termine de cocerse, la tarta tendrá un aspecto agradable de plenitud.
La torta pasqualina es típica de Semana Santa, cuenta la leyenda que muchas amas de casa eran capaces de superponer hasta treinta hojas de masa como homenaje a la edad de Cristo.
Una variante para otras épocas incluye el uso de remolacha, calabaza, berenjenas, u otra verdura en lugar de alcauciles.
La existencia de la torta pasqualina genovesa está documentada en el siglo XVI, cuando el escritor Ortensio Lando la cita en el Catalogo delli inventori delle cose che si mangiano et si bevano (‘Catálogo de inventores de las cosas que se comen y se beben’), aunque entonces era conocida como gattafura.
Cabe destacar que en siglos pasados los huevos y el queso, ingredientes esenciales de la pasqualina, eran alimentos que solo se comían en grandes ocasiones.

 De la misma Europa y gracias a los inmigrantes españoles adoptamos: la paella valenciana, la empanada gallega y el bacalao al pil pil de la comunidad vasca.

      La empanada gallega es una variedad de empanada muy popular en la cocina gallega y que forma parte de una de sus identidades.La primera empanada de la que se tiene referencia es de pollo y champiñones. Es una preparación culinaria que se ofrece en los municipios de Galicia en las ocasiones de fiesta y romería. Suele prepararse con diversos contenidos en su interior, todos ellos procedentes de las costas y tierras gallegas. Se puede servir fría o caliente.
       Se conocen las empanadas en Galicia desde la época de los godos en el siglo VII donde se decretan normas para su elaboración. La empanada era comida idónea para viajantes, por ser una preparación ya tapada y permitiendo evitar el contacto del interior con el polvo de los caminos. Las empanadas gallegas aparecen ya talladas en el siglo XII en el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela.
 La masa de la empanada lleva harina de trigo (similar a la empleada para la elaboración del pan), manteca de cerdo y agua. Esta masa es fina, pero de textura fina. Suele elaborarse en un molde de unos 20 o 30cm de diámetro. En algunas ocasiones, puede haber masas elaboradas con harina de maíz (en algunos municipios de las Rias Bajas). El relleno suele elaborarse de diferentes contenidos, previamente se elabora un salteado de cebolla y pimientos. A diferencia de otras empanadas, la empanada gallega no lleva generalmente tomate . Al cerrarse en el molde se introducen al horno, las formas de las empanadas son diversas, generalmente de forma rectangular o redonda.
      Las empanadas gallegas se elaboran tradicionalmente con ingredientes regionales. Por regla general la empanada gallega emplea diversas carnes vacunas y porcinas , pescados como el atún , las sardinas o mariscos  salteados previamente.
   
 La Paella (del valenciano paella, sartén) es una receta de cocina con base de arroz, con origen en la Comunidad Valenciana y hoy en día muy popular en toda España y también en otros países; en esta receta el arroz se cocina junto a otros alimentos en una sartén ancha, llamada comúnmente paellera.
Otros autores reseñan el origen del vocablo como italiano y que llegó a España desde Nápoles, cuando esta ciudad portuaria pertenecía a la corona española, dando como argumento que la primera mención que se conoce pertenece al recetario de Bartolomeo Scappi, cocinero del papa Pío V en el siglo XVI, donde aparece la "padella" en un grabado de su libro Opera, donde ya aparece con sus características actuales.
    Se trata de un plato de origen humilde, descrito por primera vez en España en el área de la Albufera de Valencia.
      La popularidad de este plato ha hecho que, en la actualidad, se haya expandido con gran cantidad de variantes adaptadas en los ingredientes a las diversas regiones de la cocina española.
La variedad de ingredientes hace que se denomine con el apelativo de preparación barroca por la disposición final en la presentación. Su popularidad creció tanto a lo largo del siglo XX a nivel internacional que hoy en día es un plato que puede encontrarse en los restaurantes de occidente. Esta popularidad ha hecho que la paella haya ido sufriendo transformaciones desde la receta original de la paella valenciana (de pollo, pato, conejo y caracoles)  y hayan aparecidos variantes que se resumen en paella marinera elaborada con una combinación de pescado y/o marisco, la paella mixta en ocasiones también denominada mar y montaña, que consiste en una mezcla de carne y marisco (o pescado) y la paella de montaña, que incorpora distintos productos típicos de cada región tales como costilla, conejo, pollo, butifarra o setas(hongos).
     La Consejería de Agricultura del gobierno valenciano ha elaborado en conjunto con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arroz de Valencia, un registro de ingredientes que tendrá que llevar toda paella que quiera comercializarse bajo el nombre de Paella Valenciana.
Los diez ingredientes básicos que siempre se usan general y tradicionalmente son pollo, conejo, chauchas, garrofón o porotos pallares, tomate, arroz, aceite de oliva, agua, azafrán y sal. Además de lo anterior, según la región, se admiten ingredientes como ajo, alcaucil, pato, pimentón, caracoles o el romero, variantes que «también serán aceptadas dentro de la denominación de auténtica "paella valenciana"»

Y finalmente, el Bacalao al pil-pil es un plato tradicional español típico de la cocina vasca elaborado con cuatro ingredientes básicos: bacalao, aceite de oliva, ajo y pimientos guindillas. Se suele emplear por regla general en su elaboración una cazuela de barro (sobre la que posteriormente se sirve a los comensales) y se sirve caliente. El nombre de “pil-pil”, viene del sonido producido durante el confitado del bacalao, al estallar “pil” alguna de las burbujas de albúmina que suelta el pescado. Según otras fuentes, el nombre "pil-pil" proviene, a través del portugués, del nombre en swahili de las guindillas "piri piri" que se utilizan en su elaboración.


No debemos olvidar los aportes culinarios de alemanes, suizos y austriacos para la elaboración de chocolates en la Patagonia Argentina donde se encuentra una fuerte presencia de estas comunidades, mas fina donde desarrollaron la chocolatería artesanal en especial en la ciudad de Bariloche donde se celebra la Fiesta Nacional del Chocolate coronando dicho evento con un huevo de Pascuas gigante.

No importa como celebremos estas fiestas, lo que importa es el significado que le queramos dar, generando bellos recuerdos para nosotros y nuestras familias. No interesa que ponemos en el plato ,lo que realmente vale es el cariño con que elaboramos esa comida para nuestros seres queridos.

¡Felices Pascuas!

martes, 4 de abril de 2017

Gastronomía de la Bella Italia

La gastronomía italiana es una de las más destacadas a nivel mundial, y también una de las que mayores seguidores tiene, por su sabor y por ser considerada una de las más sanas ,ya que se incluye dentro de lo que se denomina Cocina Mediterránea , posee muchas características comunes que comparte con los países vecinos  ,pero  aun así cada región mantiene su identidad  ante la diversidad de su historia ya que  su cocina refleja una extensa pluralidad cultural.
En nuestro país, traída por los inmigrantes, la gastronomía italiana fue perdiendo su nacionalidad por ser adoptada por todo el pueblo argentino. Llevada diariamente a la mesa no solo en los hogares sino también siendo platos infaltables de cualquier restaurante.¡Que mas argentinos que comer unas milanesas en la semana, disfrutar una rica pizza con amigos o una reunión familiar compartiendo un buen plato de pastas los domingos, acompañando con un buen tinto y rematando la comilona con un rico café y una porción de tiramisù que hasta no hace mucho lo conocíamos como postre borracho de vainillas remojadas…  
      Aunque es muy común que se conozca a la gastronomía de Italia por sus platos más famosos, como la pizza o las pastas, lo cierto es que cuenta con muchos más platos ricos en diferentes aromas, sabores y texturas a lo largo de todo el territorio italiano. Eso se debe a sus inconfundibles ingredientes con Denominación de origen como el queso Parmigiano Reggiano, el Jamón de Parma o San Daniele, el Vinagre Balsámico de Módena, el Pesto de Liguria, la Mozzarella de Búfala de Campania, la Trufa de Alba y los embutidos como la Mortadella son solo algunos de los productos que hacen de Italia la tierra del sabor.

Ademas de la tierra del Dante, heredamos ademas la pausa del café, sentarse por puro placer donde poder tener una charla y relajarnos. Como buenos especialistas tienen miles maneras de prepararlo espresso, ristretto, macchiato, cappuccino, caffè latte, freddo y cada uno de ellos tiene su momento en el día. 

Antipasto La gastronomía italiana es rica y abundante, así que los italianos comienzan su comida con una entrada  llamada antipasto, que hace las funciones de aperitivo antes del plato principal. Los hay fríos y calientes como:
  • Bruschettas: pan tostado con aceite de oliva al que se le puede agregar jamón de Parma, tomate seco deshidratado, mozzarella de buffala, etc
  • Caponata siciliana: una mezcla deliciosa de verduras estofadas lentamente en aceite, perfectas para tomar sobre una buena tostada de pan o como acompañamientos de otros platos.
  • Olive all´escolana: Consideradas en la región de Ascoli Piceno de donde son típicas, una exquisitez.
  • Arancine sicilianas: Esta especie de croquetas de arroz, típicas de Sicilia tienen su origen en los platos medievales ideales para disfrutar de un aperitivo aprovechando aquel guisito de arroz que nos sobró.
  • Ensalada piamontesa: una sencilla ensalada a base de papa, que permite variaciones para adaptarla a nuestros gustos, pero que siempre resuelve un entrante frío, ideal sobre todo para las épocas de más calor.
  • Ensalada Caprese que está compuesta con los ingredientes básicos de la cocina italiana: muzzarella, tomate, aceitunas , albahaca y aceite de oliva.
Dentro de las Sopas se destaca el minestrone a base de verduras y hortalizas. También una menos conocida, pero no por eso menos rica, la burrida ligure hecha con pescado procedente de la región de LiguriaY para aprovechar hasta el pan duro, la sopa ideal es pappa al pomodoro, fría o caliente resulta deliciosa como plato de cuchara.

Primeros platos Después de calentar el cuerpo con una buena sopa, nada mejor que pasar al primer plato. Como buenos mediterráneos, los italianos preparan muchos de sus platos con abundantes verduras y hortalizas. Un ejemplo sería el melanzane alla parmigiana, una receta clásica ideal para utilizar las berenjenas y que nos recordará a una lasagna vegetariana o el Ratatuille francés.
Los calabacines con tomate y apio o zucchini al pomodoro son otros de esos platos italianos que resultan perfectos como opción vegetariana solos o como guarnición para los carnívoros.

Directamente de la región de Liguria y típica de las pascuas esta tarta pascualina, es una especialidad que nos saca del paso en cualquier época del año y se puede rellenar con lo que tengamos en casa.
También, no podemos olvidarnos de esta especialidad italiana, las frittatas, en este caso representada por una frittata cuatro quesos, una receta parecida la tortilla, y que como ella admite gran cantidad de ingredientes.

 En Italia, decir arroz y rápidamente pensamos en un buen risotto. Esta especialidad preparada con la variedad de arroz arbóreo o carnarolli es quizá una de las más sencillas y complicadas al mismo tiempo pues precisa que le encontremos el punto justo.

No podemos olvidar la especialidad italiana más preparada a lo largo y ancho del mundo que es la famosa pizza margarita y el calzone o pizza rellena siendo su meca la ciudad de Nápoles.

Pastas Cientos de recetas pueblan la gastronomía italiana con platos de pasta, así que será difícil quedarse con unas pocas para no extendernos demasiado podemos nombrar: los tallarines alla marinara, los spaguetti con pesto o alla carbonara, los gnochis con salsa filetto o rabiatta , la lasagna de carne a la bolognesa , los tallarines con ragú de ternera o los orecchiette a la plugiese, una receta del sur de Italia mucho más ligera que las anteriores.

Las carnes son abundantes en la gastronomía italiana. La especialidad más representativa de esta cocina, y típica de las Fiestas de fin de año es el vitellotonnato, carne cocida que se sirve fría acompañada de una espectacular salsa a base de atún y alcaparras . Y también el pollo alla cacciatora, de tradición toscana, resulta ideal como plato familiar para cualquier comida en la que queramos llenar de sabor la sencilla carne de pollo.

Y  con esas delicias, no pude faltar el placer de disfrutar una copa de alguno de sus vinos de fama internacional como el Chianti o Brunello di Montalcino de Toscana, el Barbera o Barolo del Piemonte, el Prosecco de Valdobbiadene del Véneto, el Lambrusco de Emilia Romagna; de los vinos blancos de Friuli y de Trentino-Alto Adige o de los grandes vinos tintos en Valtellina, sólo por mencionar algunos ejemplos.

Pero no hay un buen menú si al final no se acaba saboreando de un buen postre.  Tantos son que es difícil escoger entre ellos, pero podemos elegir entre: los helados, los Biscotti, la sfogliatelle, el Tiramisú, la Pannacotta, los cannoli, el panettone, la crostata  mas conocida como pastaflora, la sopa inglesa, los amaretti, la cassatta de ricota,etc

Para finalizar y ayudar a la digestión un café espresso o una copita de licor . Esta bebida se puede clasificar en:

  • Licores para aperitivos: normalmente se toman antes o con los aperitivos para la estimulación del apetito para el plato principal. Son menos dulces que los licores digestivos. A menudo suelen ser ligeros, secos, preferiblemente amargos o realizados a base de hierbas. Se acompañan con algún tentempié.
  • Licores digestivos: es una bebida que se sirve después de las comidas, para ayudar a la digestión de ésta. Generalmente contienen hierbas, especias y mayor proporción de alcohol. Los primeros licores digestivos se utilizaron en la cultura griega y romana.
  • Licores dulces: esta clase licor italiano posee un sabor dulce, como su nombre indica, y son muy aromáticos. Algunos de los más populares son el Frangelico, Sambuca o Amaretto.
  • Licores semidulces: estas bebidas se encuentran a caballo entre los licores amargos y los dulces, algunos de estos licores italianos pueden ser el Campari, Cynar, Strega o Limoncello.
  • Licores amargos: son licores italianos con un sabor amargo que proviene de su elaboración mediante la infusión de hierbas. Es posible que tengan un sabor almibarado o agridulce dominado por notas amargas, su contenido en alcohol puede variar entre un 16% y 40%. Muchos tipos de “Amari” se encuentran en esta categoría.