martes, 19 de marzo de 2019

Saboreando Dinamarca


 La cocina danesa ha evolucionado mucho desde los tiempos de las salchichas con repollo y de los caldos de costillas. Hasta hace unos años, la comida danesa no era muy conocida mas allá de los confines escandinavos. Se había caracterizado por ser bastante tradicional, con platos a base de papas y panceta.  Hoy en día, esto ha cambiado, la Nueva cocina nórdica le ha dado un vuelco de 180º a la gastronomía danesa y ha creado un enfoque completamente nuevo en los ingredientes locales 
Muchos chef han vuelto a las raíces y han puesto en valor los platos clásicos daneses con el uso de nuevas técnicas y tecnología..La comida tradicional danesa se basa principalmente en carne de cerdo, verdura y pescado, que se cocinan en diferentes maneras: en vinagre, ahumados,asados o hervidos.
Es una gastronomía que recibió una fuerte influencia de la cocina francesa, y en menor medida de la italiana. Esto se debe a que la cultura francesa ha tenido una profunda incidencia en la educación de los integrantes de la casa real y la clase alta danesa. Aunque cabe aclarar que muchos de sus platos más tradicionales provienen de su pasado agrícola, al igual que sus países vecinos. Las recetas danesas  se ven fuertemente influenciada por su geografía que van variando mucho entre islas y regiones del país.
Estos platos son contundentes, ricos en grasa y carbohidratos, predominando los productos de la zona como el pescado, los marisco y las carnes, a los que se les suman productos agrícolas como verduras, especias y hierbas. Entre ellos se destacan las diferentes clases de cebollas, repollos y tubérculos siendo la papa el acompañamiento infaltable de cualquier comida.  Una variedad de frutas se utiliza también como ingrediente en los platos tradicionales, como por ejemplo manzanas, ciruelas, ruibarbo y diferentes tipos de bayas.
Esta nación posee múltiples islas y amplias costas por lo que es habitual encontrar muchas preparaciones de pescados como el arenque, el bacalao, atún, salmón y caballa. Existen innumerables formas de prepararlos: a la parrilla, asados, especiados, a la salsa, ahumados, marinados, en salmueras, etc.​
En el terreno de las carnes, la carne de cerdo es la más habitual. Se suele preparar de diferentes formas, siendo lo más usual que se acompañe de papas, verduras y frutas. Para Navidad se come flæskesteg (cerdo asado) relleno de ciruelas y manzanas e hierbas. La carne de vaca y la carne de ternera así como la carne de cordero a la parrilla son otras carnes que se consume. Para Pascua se come Påskelam (cordero pascual) que se prepara en la parrilla con especias. Entre los productos cárnicos se encuentra la salchicha (pølser en plural), muy habitual en los puestos callejeros y que tiene características peculiares y en las carnicerías locales y supermercados además se encuentra el salchichón.
Las aves de corral (aparte del pollo) se consideran frecuentemente como un ingrediente de los platos conmemorativos o festivos. Se come pato, oca y ganso. Es muy típico en Navidad en el que se prepara pato o ganso relleno de ciruelas y manzanas.
Quesos Dinamarca es famosa a nivel internacional por sus quesos de alta calidad y más del 60% de los quesos daneses son exportados. El queso en Dinamarca puede ser parte del desayuno, el almuerzo, ensaladas y también es servido como postre con uvas, galletas y vino. Por ejemplo: Danablu , Esrom , Castello Blue , Danbo , Havarti , Mycella, Feta (hecho con leche de cabra y/o vaca), Requesón ahumado (especialidad de la isla Fyn o Fionia).
Platos tradicionales de la cocina danesa
Platos salados
Si hay un plato popularmente conocido dentro de la comida típica de Dinamarca, es el smørrebrød (pan con manteca) que se ha convertido en el almuerzo danés por excelencia. y parecido la las bruschettas italianas. Consiste en una rebanada de pan negro o pan de centeno con manteca al que se añaden algunos ingredientes fríos que la persona puede elegir libremente: queso, salmón, carne, huevos, salchichas, papas, salsa…Este plato sencillo, cuenta con siglos de historia, pues su origen se remonta al siglo XIX. En Copenhague, hay algunos restaurantes que se dedican en exclusiva a vender este plato como icono de la cocina danesa.
Una de la razones por las que este plato resulta tan popular, de debe en parte a la afición que los daneses tienen por el pan de centeno moreno, que ellos conocen con el nombre de rugbrød. Este tipo de pan contiene muy poca grasa, pero es muy rico en fibra alimenticia, de modo que resulta más sano y nutritivo. Es por ello que este pan, se ha convertido en el favorito para disfrutar de cualquier deliciosa variedad de smørrebrød.
El flæskesteg es otro plato muy popular, consistente en cerdo asado, que se come popularmente en la noche del 24 de diciembre. La carne del cerdo es una de las favoritas de los daneses, a quienes les encanta degustar especialmente el jamón y las salchichas procedentes de la carne de este animal. El truco de este plato, consiste en cocinar la carne con la piel del animal, ya que esto le confiere una cubierta dorada y crujiente que lo hace excelente para los paladares más delicados. Las papas caramelizadas, son un excelente acompañamiento para un plato tan popular.
Los frikadeller, son las albóndigas de carne danesa, muy famosa en la gastronomía nórdica . La receta tradicional se elabora con cerdo y ternera y aunque en un principio se elaboran con forma de bola, posteriormente se aplanan, pues esa es su forma clásica .Los frikadeller se acompañan con ensalada e incluso se pueden encontrar sandwiches o los conocidos smørrebrød, con los famosos frikadeller.
 Otra comida danesa infaltable, es el millionbof (millón de carnes), un plato de carne que se acompaña generalmente de puré de patatas, arroz o pasta. Su nombre hace referencia a la presentación del plato, consistente en pequeños pedazos de carne fritos en aceite. El millionbof se puede preparar de diferentes formas, pudiendo añadir verduras e incluso condimentarlo con paprika.
Repostería
Algo que no se puede negar, es lo rica y variada que es la repostería danesa, algunos de su postres más populares son los "kanelsnegl" (panecillo de canela) y los "romsnegl" (panecillo con glaseado al ron)..
Pero una mención aparte se merecen los Wienerbrød, conocido con el nombre de “pan de Viena”, es una especie de factura muy típica en Dinamarca que tiene el aspecto de un hojaldre enrollado que se rellena de diversas formas, siendo las más tradicionales con manzana, almendras y canela.
Recibe el nombre de “pan de Viena” o “pan vienés” debido a que el pastelero que inventó la receta, en el siglo XVIII se trasladó a la capital austriaca para asegurarse de perfeccionarlo y crear un pastel de sabor único.
El krasenkake o “tarta de anillo”, es un postres que no solo se disfruta en Dinamarca, sino también en Noruega. El aspecto es muy original ya que está formado por una serie de anillos que se van colocando unos sobre otros para formar una pirámide, y se elabora siguiendo una receta similar a la del mazapán, con almendra, azúcar y huevos.
La forma de comer el kransekake es despegando uno a uno los anillos. Al tacto parecen duros, pero un buen kransekake resultará suave al paladar. Entre las costumbres y tradiciones del país danés, está comerlo en Nochevieja o en bodas, aunque siempre es una buena ocasión para deleitarse con este original postre de la cocina danesa.
Otro de los grandes postres tradicionales de la cocina nacional danesa son los Æbleskiver, una receta cuyos orígenes se remontan a la época de los vikingos que los elaboraban utilizando el casco con cuernos para conseguir la forma redonda que los caracteriza y sirviéndose de los escudos como sartén.Los Æbleskiver son como panqueques pequeños de forma esférica que se sirven con mermelada de frutos rojos tradicionalmente, aunque admite otros muchos acompañamientos. Las recetas pueden variar e incluir un relleno dulce o salado y se comen en cualquier ocasión, desde un desayuno o merienda, hasta una cena ligera.
Estas recetas son acompañadas por la Akvavit que en latin aqua vitae, se traduce en agua de vida. Esta bebida tradicional de los países escandinavos, tiene su origen en el año 1512, cuando el Arzobispo de Noruega, Olav Engelbrets, recibió una misiva de parte del danés Eske Bille junto con una botella de akvavit que según rezaba en su descripción “es una ayuda para toda la clase de enfermedades que un hombre pueda tener internamente y externamente”.
Su elaboración se lleva a cabo a partir de la destilación de papas o de cereales, y aromatizada con pimienta y comino. Una de las ciudades más importantes en cuanto a la destilación de esta bebida es Aalborg. Como curiosidad, hay que destacar que una costumbre muy arraigada consiste en combinar el akvavit con cerveza, además es una bebida muy valorada tras una comida copiosa, ya que facilita la digestión de los platos grasos.

jueves, 14 de marzo de 2019

A los chori...chori...ricos los choriii...


Quien no ha escuchado este canto y no se ha tentado con probar un chori por más dudosa sea su procedencia. El choripán forma parte de las comidas nacionales de Argentina, se suelen ver parrillas improvisadas en la calle, en la salida de las fábricas, al costado de las rutas y canchas de fútbol, o en los más flamantes “food trucks” con sus choripanes “gourmet” de pollo, vegetariano, ahumado, con panes saborizados, salsas e ingredientes que se alejan del clásico choripán mariposa con chimichurri dentro de un pan de fonda. 

El choripán es una comida que consiste básicamente en un chorizo asado entre dos trozos de pan, típico de la gastronomía de Argentina, Uruguay y Chile. Se prepara generalmente con pan francés y chorizo asado a la parrilla. El chorizo es el denominado «chorizo criollo» que, a diferencia del de otras zonas, se realiza sin desecar ni ahumar, usándose casi fresco. Suele condimentarse con alguna salsa como el chimichurri o criolla. Su popularidad alcanza a incluirlo entre uno de los diez platillos favoritos de Argentina. Más aun, según las estadísticas el choripán es la comida callejera preferida de los argentinos. Se calcula que se consumen unos 600 millones de choripanes por año, un promedio de 15 por persona. 

Pero antes de hablar de este sándwich debemos conocer la historia de su ingrediente principal…el chorizo que se arraigó en estas costas primero gracias a la llegada de los españoles y luego de la mano de los italianos.
En España, el chorizo es un embutido curado (al aire o ahumado), elaborado principalmente a base de carne de cerdo picada y adobada con especias, siendo la más característica el pimentón, que es el elemento más distintivo del chorizo frente a otras salchichas y también el que le da su color rojo. La piel de este tipo de salchicha suele ser intestino delgado de cerdo. En este país para que un embutido sea llamado chorizo debe llevar necesariamente pimentón y ajo.
Se presume que el pimentón apareció en cocina española recién llegado desde América, Colón mediante. Quevedo habla de “negros chorizos” en 1624, lo que hace suponer que recién a finales del siglo XVII apareció el “chorizo rojo”, que fue el primero de los aperitivos servidos como “tapas” en Andalucía.
En un anónimo castellano del siglo XVI, titulado “Manual de mujeres”, que contiene diversas preparaciones gastronómicas, se detalla la "Receta para hacer chorizos": “Carne de puerco magra y gorda picada, harina muy cernida, ajos mondados, clavos molidos, vino blanco, sal la que fuere menester. Amasarlo todo con el vino y después de masado, dejarlo en un vaso cubierto un día natural. Y después henchir las tripas de vaca o puerco, cual quisiéredes, de esta masa y ponerlas a secar al humo”.
Es tal la trascendencia de este embutido, que se encuentra plasmado en un cuadro del Museo del Prado, llamado  "El Choricero" (1786), de Ramón Bayeu y Subías.
La palabra chorizo proviene del latín salsicium (salado), la misma de la cual deriva “salchicha”. A su vez, la palabra salchicha llegó a nuestra lengua desde el italiano, “salciccia”, mientras que chorizo nos llegó del portugués: “souriço”.

El clásico “chori” rioplatense de  Argentina y Uruguay –más tarde también se difundió en Paraguay, Bolivia y Chile- es denominado  "chorizo criollo o parrillero", que se realiza mayormente de carne vacuna sin "curar", se coloca casi fresco para cocinar en los asados. Es de contextura blanda y no se puede consumir crudo. También existen los elaborados de puro cerdo o con un 70% de carne vacuna y un 30% de carne de cerdo, todo ello condimentado generalmente con nuez moscada, hinojo, pimentón dulce y especias. Este tipo de chorizos suele llevar en su preparación también una cierta cantidad de vino (en algunas ocasiones vinagre), con el objeto de proporcionar al embutido una textura más jugosa.
Desde mediados de la década de 1990 aparecieron en el mercado argentino una variedad denominada "chorizos saborizados", que contienen ingredientes como queso provolone, morrón o jamón. Otra variedad muy popular en el país es el "chorizo bombón" que se diferencia por su tamaño reducido o para horror de los más puristas, existen chorizos de todo tipo, incluso de pollo o de soja.

El choripàn desde la colonia hasta su posicionamiento como ícono nacional argentino.
Se ha descrito que en la región del Río de la Plata el origen del choripán se remonta a mediados del siglo XIX, cuando en las zonas rurales los gauchos realizaban asados con motivo de alguna celebración, se dio inicio al hábito de comer el chorizo dentro de un pan. Esta práctica con el tiempo llegó a las ciudades y se popularizó en el entorno urbano. 

El historiador Daniel Balmaceda haciendo un repaso sobre la historia de la gastronomía argentina, nos cuenta que en un principio, en los Puerto de Buenos Aires y de Rosario se lo llamaba simplemente “chorizo al pan”. Y aclara que “alrededor de 1920 se consumía en el kiosko en medio del Muelle de los Pescadores de la Costanera Norte". Pero "el matrimonio entre el pan y el chorizo se concretó en Córdoba" donde  las familias se acercaban  a los carritos del Parque Sarmiento durante los fines de semana para llevar esos manjares a su casa o disfrutarlos allí mismo.

Asimismo, cuenta que hasta Fidel Castro degustó un choripán en su visita a Argentina en 1959. Ante la falta de tiempo para almorzar por culpa de su nutrida agenda, Frondizi hizo que, para salir del paso, los llevaran a un "carrito de la rambla de la Costanera".


En los años ochenta en Buenos Aires son especialmente recordados aquellos carritos precarios ubicados en la zona de la Costanera y en la calle lindera a la Reserva Ecológica que fueron mutando o desapareciendo, debido a la necesidad de mantener la calidad y el buen estado de los alimentos. También tiene presencia dentro de los actos políticos, bailantas y recitales siendo un alimento que no distingue clase social, que junto con la hamburguesa son los preferidos por ser baratos, fáciles y rápidos de cocinar.

 El choripan en el mundo
 La costumbre de comer choripán no es sólo Argentina. En Brasil, Perú, algunos países de Centro América y hasta en Estados Unidos se consume este sándwich, pero con otro nombre y con otros tipos de cocción.
En Brasil, donde lo llaman ‘salchipao’, se come también durante los asados y se acompaña con una cerveza bien fría.
Otro país del sur que importó el invento argentino del choripán es Chile. Allí la gente se come choripanes como aperitivo durante la preparación de un asado. Como condimento usan pebre, una salsa tradicional chilena parecida a nuestra salsa criolla.
En Puerto Rico también se come, pero se realiza con la chistorra, una salchicha de origen español. Lo venden en las panaderías y le ponen mayonesa o pickles. Los boricuas también suelen usar un pan diferente, que es el llamado pan de agua.

Si bien el choripán está presente en toda fiesta popular que se precie, tal es la pasión que despierta este sándwich tan argentino que no podía estar exento de su propia celebración nacional. Y a falta de una, tiene dos en la provincia de Córdoba. En febrero se celebra el Festival Mundial del Humor y del Choripán en la Ciudad de Córdoba y en noviembre la Fiesta Nacional del Choripán en San Antonio de Arredondo, en el valle de Punilla.

La realidad es que a nadie le importa su origen. Lo que realmente interesa es que nunca debe faltar en una parrillada que se precie, ya sea como distracción al estómago mientras se cocina el resto de los alimentos o como único plato.
Siempre es un buen motivo para reunirse con amigos o familiares y hacer una chorizada, choriceada o choripaneada, o como lo quieran llamar. De esta manera sencilla compartimos un buen momento que nos tentará a repetirlo para seguir sumando nuevas alegrías y bellos recuerdos.