No se puede decir que la
gastronomía de Irlanda es la más famosa en todo el mundo. Sin embargo, ahora
los restaurantes más finos y los mejores chefs vuelven a mirar hacia el
patrimonio culinario de Irlanda, con productores artesanos que elaboran todo
tipo de alimentos, desde una galardonada morcilla (Kanturk) hasta un aclamado
queso de leche cruda (Durrus).
Platos que durante años cayeron
en el olvido se recuperan y sirven en cafés y restaurantes de moda a lo largo y
ancho de la isla, con especialidades regionales.
Se puede probar un
"blaa" (un bollo de pan blanco) en Waterford, atreverte con un Ulster
fry (copiosa fritura de panceta, huevos, salchichas y mucho más) en Belfast,
picar un poco de dulse, un alga salada, en las zonas costeras, o para los más aventurero
anguila frita del lago Neagh. Además están el pan de soda, los farls de papa (pasteles
de pan triangulares), el estofado irlandés, patas de cangrejo y la crema de
marisco siempre acompañado por papas.
Uno puede pensar que están obsesionados
por las papas, pero no podemos olvidar que fue el alimento de los pobres y que
luego de la peste de sus cultivos, provocaron una hambruna que mato a miles de
personas y que obligo a otras tantas a emigrar
a distintos puntos del mundo de habla inglesa(E.EU.U., Australia, Alemania) y
lugares totalmente distintos a sus costumbres como la Argentina.Se dice que las
papas llegaron a las costas irlandesas debido al naufragio de un buque español
y que pronto su cultivo se expandió por toda la isla y otros dicen que fue pirata
Francis Drake que asolaba incansablemete la armada naval española.
De este tubérculo derivan platos
como el champ (un exquisito puré de papas con cebolla picada y manteca), fadge
(tortas de papa), boxty (pastel de papa parecido a una tortilla), colcannon
(puré con repollo) Cottage Pie( pastel de carne hecha con una base de ternera
picada y cubierto por puré de papas) y más. Hay tantos tipos de pan de soda y
de panes integrales que se han escrito volúmenes de libros de cocina sobre
ellos.
Con respecto a las verduras el
preferido de la gastronomía irlandesa es el brocoli. Es la guarnición que
mas usan además de las papas y suelen servirlo simplemente con manteca y sal en
un plato aparte del principal. También utilizan mucha menta, salvia,
romero, tomillo, orégano y albahaca.
Y en cuanto a sus postres, tenemos las
tradicionales “cookies“, galletas de avena, o el pudding de queso,
las frutillas con crema endulzadas con miel o la tarta de manzana conocida como cake.
Por último, pero no menos
importante es el típico desayuno irlandés: es fuerte, energético y algo pesado. Huevos, panceta, fruta,
salchichas, cereales, tomate, pan, pastel de papa y té. Esto puede pedirse en
cualquier bar o taberna irlandesa a cualquier hora del día y siendo así,
podemos pensar que el desayuno es entonces la comida más importante pero no, lo
es la cena.
Para acompañar las distintas
comidas del día y dependiendo de la ocasión se pueden disfrutar con sus bebidas
típicas que cada una de ellas encierran maravillosas historias como:
1. Café irlandés, Condado de Limerick Café intenso, whiskey dorado,
azúcar acaramelado y una capa de crema batida para el perfecto café irlandés.
Esta bebida para sibaritas fue inventada en 1942 en el Condado de Limerick, por el chef Joe Sheridan en el
puerto de Foynes, donde solían detenerse para repostar los aviones en ruta
desde Europa a América. Preparado en una fría noche de invierno como un cálido
acompañamiento para la espera de los pasajeros de un vuelo retrasado debido al
mal tiempo, acabó convirtiéndose en un clásico. Según cuenta la leyenda, se
hizo un silencio entre la multitud cuando el grupo probó el primer sorbo.
"¿Es café brasileño?" preguntó alguno. "No", respondió Joe,
"es café irlandés".
2. Guinness, Dublín La historia de esta cerveza negra nos lleva
hasta 1759, cuando Arthur Guinness firmó un arriendo de 9000 años por una
cervecería vacía en St. James's Gate en Dublín, por una alquiler anual de tan solo
45£. Dos siglos después, este stout irlandés es querido en el mundo entero.
Naturalmente, el Guinness Storehouse es una visita
imprescindible. El edificio de siete plantas tiene la forma de una pinta
gigante de Guinness, y es donde puedes descubrir la historia completa que se
esconde detrás de una buena pinta. Lo mejor de todo son las impresionantes
vistas de 360 grados sobre la ciudad desde lo alto del Gravity Bar.
3. Smithwick's, Condado de Kilkenny Elaborada de forma artesanal en
la cervecería más antigua de Irlanda, la rica historia de Smithwick's es un
relato lleno de adversidades. La historia empieza con los monjes de la abadía
de San Francisco en el siglo XIII, que empezaron a elaborar cerveza como método
para purificar el agua. Siguió una época oscura durante los siguientes 300
años, con las Leyes Penales, el cierre de la abadía y guerras mundiales que
proyectaron su sombra sobre la elaboración de la cerveza.
Al desplazarse a Kilkenny, la familia Smithwick aseguró una
nueva cerveza incluso más sabrosa (elaborada en secreto, por supuesto). El
final feliz llegó con el fin de las Leyes Penales y el nombre Smithwick colgó
por fin con orgullo encima de sus puertas.
4. Tom Crean Ale, Condado de Kerry The Dingle Brewing Company
elabora su cerveza con la mejor agua manantial de Kerry, que según la leyenda local tiene
poderes vigorizantes. Por si no te suena el nombre, Tom Crean es una leyenda
local en Dingle y héroe irlandés que se unió a la Marina Real a la tierna edad
de quince años (diciendo que tenía dieciséis).
Después llegaría a unirse a tres
de las expediciones a la Antártida más duras de la historia, y ganó una medalla
por su valentía. Algunos afirman que Crean fue el verdadero héroe anónimo de
aquellas expediciones. Tras poner fin a sus aventuras, Crean volvió a casa y
abrió The South Pole Inn, que hoy en día es uno
de los pubs más singulares de Kerry.
5. Sidra de Armagh, Condado de Armagh La historia nos cuenta que en Armagh se llevan cultivando manzanas
deliciosamente jugosas desde hace más de 3000 años. Parece que incluso el
propio San Patricio plantó un manzano en el antiguo asentamiento de Ceangoba,
dentro de la ciudad. Y durante los festivales, se permitía a los monjes de los
antiguos monasterios de la comunidad Culdee que comieran manzana para señalar
la ocasión, en vez de pan.
Hoy en día, Armagh está
disfrutando de un enorme renacimiento de su tradición sidrera, con fabricantes
artesanos de que vuelven a elaborar sidra a mano. Para gente como nuestros
amigos del Armagh
Cider Company, la elaboración de sidra es un asunto familiar: los
Troughton llevan cultivando manzanas desde 1898 (empezaron vendiendo manzanas
para cocinar), y elaboran su propia sidra especial usando manzanas locales de
la variedad Ballinteggart.
6. Bushmills, Condado de Antrim Hay quien dice que el whiskey
irlandés se escribe con una "e" por su triple destilado. Otros
cuentan que la letra extra se añadió porque el whiskey irlandés es 'extra
especial'. Para llegar al corazón de la tradición del whiskey irlandés, haz un
viaje a la destilería Old Bushmills en el Condado de Antrim, la destilería en funcionamiento más
antigua de la isla de Irlanda. Es una de las pocas destilerías del mundo que
sigue destilando, mezclando y embotellando el whiskey bajo un mismo techo.
Hasta el agua que usan es especial: dicen que el río que pasa junto a la
destilería fue bendecido por San Columba.
7 . Finalmente, ideal para acompañar un postre o un café ,el Baileys
Irish Cream o Crema Irlandesa, es un licor basado en whisky irlandés y crema
de leche, fabricado por R. A. Bailey & Cia. de Dublín.
Les dejo una simple receta del guiso irlandés para que
disfruten en casa en un dia muy frio de invierno
Ingredientes
- 500 g de carne de ternera cortada en tacos
- 1 Cebolla
- 1 Zanahoria
- 1 rama de apio
- 4 cucharadas de tomate triturado
- 1 cucharada de salsa de carne
- 1 hoja de laurel
- 1/2 l de cerveza negra
- 200 g de papas
- Aceite de oliva virgen
- Sal y Pimienta
Para preparar la
receta de Estofado irlandés:
- En primer lugar, rehogamos las verduras troceadas de manera rústica y el laurel en una olla con un chorro de aceite de oliva. Salpimentamos y cocinamos durante unos minutos
- Mientras, pelamos, troceamos y cocemos las papas en una cazuela con agua. A continuación, salpimentamos la carne y la añadimos a la olla.
- Incorporamos el tomate triturado y la salsa de carne. Dejamos reducir.
- Después, añadimos la cerveza. Tapamos y dejamos cocinar a fuego lento durante 3 horas. Machacamos la papa en un bol y la aliñamos con sal y aceite de oliva virgen.
- Pasadas las tres horas, emplatamos el estofado en un plato hondo con las papas encima.
- Servimos.
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