jueves, 23 de febrero de 2017

Gastronomía patagónica- blog

 En esta ocasión ,visitaremos  los fogones de la región sur de la Argentina , conocida como Patagonia, que comprende  las provincias de :Neuquén ,Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y parte de La Pampa .

Sabemos que la gastronomía de una población siempre esta ligada a la influencia de su entorno tanto geográfico como histórico. Por ello la Patagonia no esta exenta de este hecho. Las costumbres, la cultura, la economía de cada provincia, se ve influenciada por el clima, el suelo y la convivencia armoniosa entre los pueblos originarios y los inmigrantes. Todo ello se advierte en  la rusticidad de preparaciones, el tipo de cocción, el aprovechamiento al máximo de los productos que les daba la naturaleza ( carne de caza , hongos ,fruto de calafate, piñones…) y  la necesidad de conservar los alimentos en los épocas de escasez(ahumados, conservas, disecado, mermeladas ,etc), no solo por el costo de un ingrediente sino por la dificultad y  lejanía de cualquier urbe.

 Así se suceden platos elaborados con productos naturales como ciervo, jabalí, cordero, trucha, salmón, hongos del bosque, frambuesas y chocolates, entre otros manjares como los selectos vinos de la zona, elaborados en bodegas que conforman la Ruta del Vino en Patagonia, rodeada de yacimientos prehistóricos y establecimientos frutícolas.

Los corderos son criados en la estepa patagónica, especialmente en las provincias de Santa Cruz y Chubut, aunque se consumen en toda la región. Entre las diversas formas de cocción, la más elegida es el asado, por su toque tradicional y pintoresco. Sin embargo, el cordero puede ser preparado de otras maneras: al horno, en brochetas, en guisos. Cada cocinero le da su impronta al plato, con los condimentos y guarniciones típicos  de la zona, generando un estilo propio. Los adobos, a base de ajo, perejil, ají molido, romero y menta, resaltan aún más los sabores peculiares de esta carne magra, ya que carece de grasa debido a que el animal debe caminar mucho para poder obtener su sustento( pasturas dura sobre suelos salitrosos).

La Zona Norte de la Provincia de Neuquén se identifica principalmente con el chivito, criados a través de prácticas ancestrales de las comunidades Pehuenches y mapuches, el cual ha sido el primer alimento a nivel nacional que ha adquirido el sello de Denominación de Origen, que garantiza una asociación directa de la región con este alimento. En los alrededores de Las Lajas, Loncopué, Caviahue y Copahue también se desarrolla la cría del chivito, algunas comunidades Mapuche se dedican a la misma, generación tras generación.
La tradicional forma de cocinarlo es “al asador”, se lo suele adobar con harina, cerveza o ñaco. Este último producto también es típico de la región y su elaboración es una práctica antigua de la trilla, el tostado y la molienda del trigo que realizan las familias en la zona en forma artesanal. Otro derivado del trigo es el mote (grano pelado y tostado con ceniza) y se lo utiliza para preparar bebidas o como ingredientes de guisos o estofados. También es parte de la tradición neuquina el “chivo al piolín”.

En general la comida de esta región está fuertemente influenciada por los inmigrantes chilenos, por ello también acostumbran a los panes con grasa, empanadillas, pancutra o bebidas como la chicha o la chupilca.
Entre las localidades de Huinganco y Chos Malal se desarrolla un área productiva importante. La producción frutícola permite la elaboración de dulces y mermeladas de excelente calidad. La miel de Chos Malal también es muy reconocida en la región por sus propiedades.
La zona cordillerana hacia el oeste y sur de Neuquen se identifica principalmente con carnes de ciervo, jabalí y trucha, cocinadas y procesadas de diferentes formas: al asador, a la parrilla y hasta en patés, embutidos y escabeches. Las carnes ahumadas en los últimos años han adquirido mucha popularidad. Se acompañan con hongos y salsas agridulces, donde los frutos rojos adquieren gran protagonismo. Estos frutos deliciosos también integran postres, al igual que los chocolates artesanales y salsas, dulces o mermeladas de otras frutas propias de la zona cordillerana como el michay, la rosa mosqueta y la frutilla silvestre.
El piñón, semilla de la araucaria araucana o pehuén, está presente en la cocina de la región donde crece el árbol milenario, de Aluminé hasta Caviahue; a él se debe el nombre del corredor conocido como Ruta del Pehuén. Este alimento formaba parte esencial de la dieta de los primeros pobladores del territorio. La variedad de derivados del piñón integran tanto platos salados como dulces: masas elaboradas a partir de harina de piñón resultan en pastas o alfajores, también se preparan salsas, conservas en almíbar y escabeches. En esta zona la producción de miel es importante y se la utiliza para la elaboración de confituras, licores, tortas y otros productos de panificación.

Como habíamos dicho en un principio de la nota, la Patagonia fue la tierra elegida por muchos inmigrantes, especialmente europeos que llegaron a la Argentina hacia comienzos del siglo XX. Alemanes, suizos y austriacos dejaron su impronta en la idiosincrasia local, manteniendo sus tradicionales recetas homenajeando día a día sus antepasados. Esta se aprecia, especialmente, en las técnicas de elaboración de la cerveza artesanal en la zona de El Bolsón y en San Carlos de Bariloche; y en el ahumado de alimentos que se realiza en varias localidades de la zona, aplicándose a embutidos, pescados, carnes y especias como la sal y la pimienta (el humo y la madera intensifican los sabores y le dan un toque rústico al plato). Además, en la pequeña localidad de Colonia Suiza, a pocos kilómetros de Bariloche, se prepara el tradicional curanto al aire libre. Esta particular experiencia, que es tradición de los pueblos mapuches, consiste en preparar un pozo en la tierra donde se vuelcan verduras, carnes, pescados y embutidos, cada capa de ingredientes se cubre con hojas de pangué o nalca y luego tierra, chapas y bolsas de alpillera mojada, formando una gran olla a presión.
Por su parte, el chocolate es el alimento dulce característico de la zona, ideal para contrarrestar las bajas temperaturas de los largos inviernos, o simplemente para acompañar golosamente con un rico café. En San Carlos de Bariloche es posible recorrer un sinfín de chocolaterías que elaboran de manera artesanal intensos chocolates, combinados con exquisitas frutas finas y secas. De igual forma pueden degustarse estas delicias en Villa La Angostura, San Martín de los Andes y otras localidades turísticas de la Patagonia .

Un espacio aparte se merece la vitivinicultura. Los vinos -Merlot, Pinot Noir, Malbec y Viognier-, son elaborados en la provincia de Neuquén y en particular en Río Negro donde se encuentran las bodegas pioneras de la Patagonia que siguen el curso del río más caudaloso de la región. En el Alto Valle del Río Negro, las tierras son fértiles y la producción de frutales (manzanas , peras, duraznos) es muy importante, destacándose la vid . Esta tomó mayor protagonismo en las últimas épocas debido a que su cultivo es más rentable. Hoy, en las localidades de Cipolletti y Gral. Roca se encuentran bodegas de larga tradición -algunas de ellas convertidas en museos-, donde la historia vitivinícola se combina con la más moderna tecnología. Mientras que en la provincia de La Pampa, a orillas del río Colorado, la industria de la vid está empezando a cosechar sus frutos en las bodegas de 25 de Mayo, Casa de Piedra y Gobernador Duval.
Y al norte del valle patagónico, en la provincia de La Pampa, el visitante puede acercarse a la población de 25 de Mayo, a Gobernador Duval o a Casa de Piedra donde también se producen muy buenos vinos.

No podemos olvidar la Provincia de la pampa que a pesar de la gran influencia de la inmigración italiana y española ,posee platos criollos siendo su plato tradicional, el asado criollo con cuero a leña de piquillín(clase de arbusto espinoso). Ademas de saborear un hígado envuelto en su propia grasa, a la parrilla.  Otras especialidades tradicionales son el asado de potranca, un piche(armadillo) al rescoldo , la vizcacha en escabeche , chivitos, lechones, corderos al asador, empanadas, pasteles y tortas fritas.

Seguimos nuestro recorrido y llegamos a Puerto Madryn en la Provincia de Chubut, donde al atardecer, los barcos pesqueros aseguran pescado y mariscos frescos en las mesas de los restaurantes y cantinas. Acción  que se repite a 70km en el Puerto Rawson, donde salen diariamente embarcaciones en busca de frutos de mar, salmones, pejerreyes, palometas, róbalos. Entre otros manjares, también podemos probar vieiras, salmón, abadejo y merluza negra.
Y mientras en las estancias se prepara, con paciencia y dedicación, el tradicional cordero patagónico, en las cocinas de las casas de té se elabora repostería artesanal con las recetas de las abuelas. Entre ellas, la típica torta negra galesa, que habla de los orígenes mismos de estas ciudades patagónicas. En las localidades de Trevelin, en plena cordillera, y en Gaiman y Trelew, en la zona del Valle Inferior del río Chubut, ser parte de la ceremonia del té galés es una pausa obligada en el camino donde se disfrutan además de la torta galesa, otras especialidades como: scones, variedad de panes y dulces caseros, quesos, tortas de distintos tipos.

Anclando finalmente en el "Fin del mundo", el sabor de las profundidades del océano que baña la isla de Tierra del Fuego, se hallan en los platos elaborados en base a mejillones, centolla y merluza negra. De los ríos se recibe la trucha exquisita. De los bosques, los productos de la caza y la generosidad de los hongos. De los pueblos percibimos los aromas del cordero asado y de los ahumadores repletos de quesos, pescados y verduras. Todas estas comidas regadas por las extraordinarias cervezas artesanales. Y terminado este viaje de placeres sensoriales coronamos este recorrido con un rico chocolate acompañado del delicioso licor de calafate. 

Como hemos notado cada una de estas provincias no solo tienen en común una geografía hostil y  culturas totalmente diferentes, la europea y la  nativa, sino también la capacidad de adaptarse a los tiempos y las circunstancias , generando una cultura regional  notable que se refleja en la conservación de una rica gastronomía donde se fusionaron lo mejor de dos mundos.


Receta del Curanto-Ingredientes  
Trozos de carne vacuna, cerdo y/o cordero. 
Papas, calabaza, choclo, zanahoria, cebolla, manzana, batata 

Realizar un poso en la tierra, de unos 15 cm de profundidad por el ancho y largo necesarios según la cantidad de comida a cocinar. Rellenar el pozo con abundante leña y prender el fuego. Colocar sobre el fuego piedras de canto rodado hasta que estén al rojo por las llamas generadas (agregar leña de ser necesario). Una vez que las piedras están calientes cubrirlas con abundantes ramas frescas de maqui. Disponer los productos a cocinar sobre el colchón de hojas de éstas. Tapar los ingredientes con abundantes ramas de maqui frescas. Cubrir la totalidad del diámetro del pozo con mantas de bolsa arpillera (4 o 5) de manera superpuesta comenzando de un lado. Tapar con tierra húmeda y no dejar escapar vapor. Si la tierra de la superficie se seca mucho cubrir con más tierra húmeda. Si sale vapor a través de la tierra, cubrir con más tierra húmeda. Luego de 1 hora y 20 minutos retirar la tierra y las mantas de arpillera hacia los costados evitando que la tierra caiga sobre la preparación. Retirar las ramas superiores de maqui (que van a estar secas) y retirar los ingredientes.
Nota Existe su versión en olla llamada pulmay

Fuente: Wikipedia; www.ambito.com; www.cocinerosargentinos.com; http://neuquentur.gob.ar/es/ ; http://www.patagonia.gov.ar/ http://www.argentina.travel/es/

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