El café, el elixir de los mortales, fue testigo
mudo de distintas etapas de
la
humanidad. Dependiendo del momento histórico y de su ubicación geográfica, fue
considerada en un principio la bebida de los dioses, para luego representarla
como el veneno traído por los herejes infieles hasta llegar a ser la esencia
que motiva revoluciones.
El café originalmente fue símbolo de estatus y
hoy es tan popular, que le han destinado un
fecha para homenajearlo, 1 de octubre-
Día Internacional del Café. Preparada por la infusión de semillas de
cafeto, su sabor y aroma cautivan a millones de personas en el mundo. El café
es la segunda bebida más consumida a nivel mundial, después del agua. En
nuestro país se consume, en promedio, 1kg de café por persona al año. Entre 1 y
3 tazas de café por día mayormente durante el desayuno. En el trabajo o durante
las largas jornadas de estudio, el café es muy valorado por poseer la capacidad
de despabilar y energizar, por ello 70 % de los argentinos lo consume por
distintos motivos. Pero mas allá de sus
cualidades nutricionales o de los datos estadísticos debemos destacar el
arraigado lazo emocional de la población de nuestro país con el café.
Originario de Etiopía, África, en donde en el
siglo XV se lo utilizaba en las ceremonias religiosas y con fines medicinales,
su consumo se fue expandiendo primero por el mundo árabe, luego por Europa y
finalmente llegó a América.
Cuenta la leyenda que un pastor nota que sus
ovejas se veían mas activas, cuando comían los frutos de un arbusto muy
particular en su zona de pastoreo. Relata esta situación a un viejo sabio, que
lo prueba y descubre que con este fruto podía mantenerse despierto durante toda
la noche para rezar a sus deidades, siendo de esta manera accidentada el inicio
de una pasión que no posee fronteras.
Los árabes fueron los primeros en descubrir
las virtudes y las posibilidades nutritivas del cultivo del café. Por eso,
durante mucho tiempo se creyó que la planta proveedora de café era árabiga.
Cuando hablamos de café, hablamos sin saberlo
de uno de los cultivos con más historia que existe. Las primeras referencias
que se tienen acerca del cafeto, tal el nombre del arbusto que da vida a esta
bebida y los orígenes legendarios de la misma, nos remontan a los siglos VI y
XIII.
Investigaciones posteriores han comprobado que
el cafeto es originario de Abisinia (Etiopía). También existe una amplia
confusión en cuanto a los orígenes de su nombre, siendo el mismo objeto de
diversas modificaciones a través de la historia.
Llegado a América en 1723, en manos de un
teniente de navío francés, el café desembarcó en las Antillas luego de una
extensa travesía y antes del final del siglo, el grano de café estaba
distribuido en toda América.
El cultivo, procesamiento y comercialización
del café es una actividad económica de la que viven 125 millones de personas en
el mundo, incluyendo 25 millones de productores agrícolas. Por las
características del suelo en el que se cultiva, la mayor parte de las cosechas
de los frutos del café se hacen a mano, sin utilización de maquinarias. El
proceso de selección de los granos de calidad también se realiza manualmente. A
continuación los frutos se secan o lavan, según el método de producción del que
se trate, para posteriormente tostar los granos. Es en el tostado cuando los
granos de café adquieren su color marrón característico, y cuando se logran el
aroma y sabor propios de esta infusión. Finalmente, el café llega a los
consumidores envasado en granos enteros o molidos, según los casos, listo para
ser utilizado para preparar la infusión.
TIPOS
DE CAFÉ El café
puede clasificarse de dos formas:
Según
sus variedades .Existen más de 60 especies de cafetos
en el mundo. Las utilizadas con fines comerciales son:
–
La arábiga, originaria de Etiopía, de
cultivo delicado, requieren de condiciones específicas para su desarrollo, se
la reconoce mundialmente por su calidad superior. Actualmente es la especie que
más se cultiva en el mundo, alcanzando el 75% del share. Los granos de café arábica
dan por resultado una bebida de aroma excelente y de sabor increíblemente
delicioso, y por ello su costo es mayor en el mercado. Esta especie requiere un
clima templado, ni muy caluroso ni muy frío, y crece idealmente en regiones
montañosas tropicales y húmedas, de una altura de 5000 pies promedio.
–
La robusta, originaria del Congo, crecen
en zonas ecuatoriales, demoran hasta un año en madurar y el contenido de
cafeína es superior al anterior. Crece en terrenos llanos y de poca altura. Se
le atribuye el nombre “robusta” por ser una plantación resistente a las
enfermedades. Generalmente se emplea para producir cafés comerciales, es decir,
café instantáneo o café molido de mezclas. Sus costos en el mercado son
bajos.
Según su origen. El café
proviene de distintas zonas productoras, todas ellas ubicadas entre los
trópicos de Cáncer y Capricornio, de climas cálidos y húmedos, aptos para su
desarrollo.
• América
Central y el Caribe: predomina la variedad arábiga y el café cultivado
en México, Panamá, Costa Rica, Guatemala e islas del Caribe, posee altos
niveles de calidad.
• América
del Sur: Brasil lidera el mercado mundial del
producto, seguido por países como Colombia, Ecuador y Perú, países donde
también predomina la variedad arábiga.
• África: la mayor parte de los países del continente africano, cálido por
excelencia, son productores de la variedad robusta con la salvedad de Kenia,
Tanzania y Camerún, que por su ubicación posibilitan el cultivo de la especie
arábiga.
DE
LA COSECHA A
LA TAZA La recolección
se realiza de manera manual. Los recolectores recogen sólo las bayas que se
encuentran maduras. Se trata de un sistema costoso de cosecha pero se obtiene
un café de gran calidad.
El procesamiento consiste en abrir los frutos
y limpiarlos para obtener los granos de café y luego secarlos. Existen dos
métodos para procesar las cerezas de café recolectadas: el método seco y el
método húmedo.
Una vez que se obtiene el café verde se
clasifican los granos de forma manual o con máquinas especiales, para dejar solamente
los granos buenos y del mismo tamaño. Se obtienen así granos de máximo nivel,
listos para ser vendidos a los distintos países y tostados. Los granos verdes
deben almacenarse en sacos de fibra, para que puedan eliminar la humedad y
mantenerse a la vez secos y limpios.
El proceso de tostado es el que brinda al café
el color y olor característico que reconforta a quienes lo bebemos. El objetivo
de tostar los granos es hacerlos perder su humedad y liberar los aceites
distintivos que dan el sabor y el aroma al café. Además, al tostar café
los granos se agrietan en el medio, adquiriendo su forma característica.
Existen diversas formas de tueste, según las temperaturas a que se exponen los
granos y el tiempo de exposición.
BENEFICIOS
DEL CAFÉ Podemos nombrar brevemente los principales
beneficios del consumo de este delicioso brebaje:
–
Contiene antioxidantes Estos tienen la
capacidad de neutralizar el efecto de los radicales libres sobre las células,
efecto que se asocia con el desarrollo de enfermedades degenerativas y el
envejecimiento celular.
–
Mejora la concentración La cafeína es un
estimulante del sistema nervioso central que se encuentra en el café. Se ha
demostrado que su consumo permite que los individuos mejoren su capacidad de
concentración.
–
Es natural. El café es una infusión
completamente natural que se produce a partir de las semillas del cafeto, un
arbusto que se cultiva en zonas tropicales.
Según las estimaciones del Statista Consumer Market Outlook, el país que lidera la lista de naciones con mayor consumo de café son los Países Bajos. Allí se toman 8,3 kilos por persona cada año.
A continuación se ubican dos países nórdicos, que son Suecia y Noruega. Mientras que en Suecia la cantidad de café que se consume al año ronda los 7,6 kilos, en Noruega ese valor es de un kilo menos (exactamente, 6,6 por habitante anualmente). El país que sigue en la lista es Canadá, con 5,5 kilos tomados anualmente.
Líbano y Alemania se ubican por debajo de Canadá, con valores muy similares. Mientras que en Líbano el promedio de consumo anual es de 5,3 kilogramos por habitante por año, en Alemania es de 5,2.
La situación de Brasil llama la atención, dado que es el principal productor de café en todo el mundo. Aunque en el listado de consumo de café se posiciona en el puesto número siete. En la nación carioca se toma un promedio de 5,1 kg de esta bebida al año.
Llama la atención que un país como Italia, de larga tradición cafetera y famoso por sus cappuccinos, latte macchiatos y otras especialidades ocupa el puesto siguiente en este ranking. 4,7 son los kilogramos promedio que cada italiano consume anualmente. A continuación se encuentran Estonia (4,3 kg) y Portugal (4 kg al año).
Por debajo del décimo puesto se halla Estados Unidos,que siendo el primer importador de café del mundo solo toman 3,5 kilos de café por habitante cada año.
Francia es el último país con un consumo que supera los 3 kilos anuales promedio por habitantes, con 3,4 exactamente.
El 13º lugar lo ocupa España, donde el promedio de consumo de café de cada habitante al año es de 2,8 kilos.
Japón es el siguiente país, con 2 kilos al año, y lo sigue el Reino Unido, con 1,3 kilogramos consumidos en promedio por cada habitante cada año.
Parece claro que el clima frío de los países al norte de Europa influye directamente en el consumo de esta bebida. Además es un dato interesante que entre los principales países consumidores de café, la gran mayoría son Europeos.
Habitualmente el café se sirve con azúcar, que contrarresta su sabor amargo, y con leche. Además, en algunos preparados se añade chocolate, especias (canela, cardamomo o nuez moscada), limón, bebidas alcohólicas, crema e incluso hielo. También se pueden encontrar pequeñas obras de arte, realizadas por los baristas, utilizando los distintos matices de color de la espuma de leche en contraste con el color natural del café, conocido como “Arte Latte”.
A continuación les dejo diferentes
combinaciones para preparar un rico café que los llevará con su aroma y sabor a
una cafetería de algún lugar del mundo
que les gustaría conocer:
Espresso
o Café expreso Esta preparación de origen italiano se
obtiene con una cafetera expreso. Se sirve poca cantidad de café (unos 30 ml)
en una taza pequeña con una característica capa de crema en la superficie
debido a la presión. Este café tiene un aroma y sabor intenso.
Café
cortado, macchiato .Se trata de un café expreso al que
se le añade un poco de leche caliente o espuma de leche.
Cappucino
o capuchino Es un café expreso al que se le añade
leche con espuma, y se puede decorar con cacao o canela espolvoreados por
encima. Se sirve en una taza grande y debe quedar el café, la leche y la espuma
de leche a partes iguales, es decir, 1/3 de la taza para cada uno. En Italia se
consume principalmente como desayuno.
Café
con leche, Café latte o Café au latí Es un café
expreso al que se le añade leche caliente, siendo las proporciones de 1/3 de
café y 2/3 de leche, aunque pueden variar en función del país.
Latte
macchiato , leche manchada o lágrima Es una taza de
leche caliente a la que se le añade una pequeña cantidad de café expreso, al
contrario que el café macchiato. El café se debe echar sobre la leche. Se suele
servir en una taza alta de cristal.
Café
bombón o goloso. Es un café solo al que se le
añade leche condensada y se suele servir en un vaso de cristal, donde se
aprecia el contraste de colores. Aunque esta preparación tiene su origen en
Alicante, actualmente es conocida en toda la península ibérica.
Café
americano Es un café expreso al que se le añade agua
caliente y azúcar, obteniendo así un café más suave. Esta bebida es muy popular
en Venezuela.
Café
moka o Mokaccino Es un café expreso con chocolate y
leche a partes iguales (1/3 de cada uno). Tiene una capa de espuma en la
superficie, sobre la que se espolvorea canela o cacao.
Café
vienés Es una taza de café expreso largo al que se le
añade leche caliente con crema y se adorna con chocolate rallado.
Café
irlandés o Irish coffee En una copa se echa whisky
irlandés, se añade azúcar y café fuerte y caliente hasta 2 cm por debajo del borde. Se
remueve bien y se agrega muy despacio crema fría poco batida, que debe quedar
flotando en el café. Se bebe sin remover más.
Café
gaélico En una copa se echa whisky escocés previamente
calentado y se añade café caliente. A continuación, se agrega azúcar y crema
batida, sobre la que se espolvorea chocolate rallado.
Café
escocés Se prepara igual que el café irlandés, pero
sustituyendo la crema por helado de vainilla.
Café
frappé o
frappucino. Se trata de café soluble batido al que se le añade leche y se
sirve muy frío. Esta bebida es muy popular en Grecia y Chipre, sobre todo
durante el verano.
Café
turco Este café es muy popular en Oriente Medio, norte
de África y los países balcánicos. Se prepara hirviendo directamente el café
molido en el agua hasta que adquiere consistencia de harina. Es un café muy
concentrado y espeso que se sirve en tazas pequeñas.