jueves, 14 de marzo de 2019

A los chori...chori...ricos los choriii...


Quien no ha escuchado este canto y no se ha tentado con probar un chori por más dudosa sea su procedencia. El choripán forma parte de las comidas nacionales de Argentina, se suelen ver parrillas improvisadas en la calle, en la salida de las fábricas, al costado de las rutas y canchas de fútbol, o en los más flamantes “food trucks” con sus choripanes “gourmet” de pollo, vegetariano, ahumado, con panes saborizados, salsas e ingredientes que se alejan del clásico choripán mariposa con chimichurri dentro de un pan de fonda. 

El choripán es una comida que consiste básicamente en un chorizo asado entre dos trozos de pan, típico de la gastronomía de Argentina, Uruguay y Chile. Se prepara generalmente con pan francés y chorizo asado a la parrilla. El chorizo es el denominado «chorizo criollo» que, a diferencia del de otras zonas, se realiza sin desecar ni ahumar, usándose casi fresco. Suele condimentarse con alguna salsa como el chimichurri o criolla. Su popularidad alcanza a incluirlo entre uno de los diez platillos favoritos de Argentina. Más aun, según las estadísticas el choripán es la comida callejera preferida de los argentinos. Se calcula que se consumen unos 600 millones de choripanes por año, un promedio de 15 por persona. 

Pero antes de hablar de este sándwich debemos conocer la historia de su ingrediente principal…el chorizo que se arraigó en estas costas primero gracias a la llegada de los españoles y luego de la mano de los italianos.
En España, el chorizo es un embutido curado (al aire o ahumado), elaborado principalmente a base de carne de cerdo picada y adobada con especias, siendo la más característica el pimentón, que es el elemento más distintivo del chorizo frente a otras salchichas y también el que le da su color rojo. La piel de este tipo de salchicha suele ser intestino delgado de cerdo. En este país para que un embutido sea llamado chorizo debe llevar necesariamente pimentón y ajo.
Se presume que el pimentón apareció en cocina española recién llegado desde América, Colón mediante. Quevedo habla de “negros chorizos” en 1624, lo que hace suponer que recién a finales del siglo XVII apareció el “chorizo rojo”, que fue el primero de los aperitivos servidos como “tapas” en Andalucía.
En un anónimo castellano del siglo XVI, titulado “Manual de mujeres”, que contiene diversas preparaciones gastronómicas, se detalla la "Receta para hacer chorizos": “Carne de puerco magra y gorda picada, harina muy cernida, ajos mondados, clavos molidos, vino blanco, sal la que fuere menester. Amasarlo todo con el vino y después de masado, dejarlo en un vaso cubierto un día natural. Y después henchir las tripas de vaca o puerco, cual quisiéredes, de esta masa y ponerlas a secar al humo”.
Es tal la trascendencia de este embutido, que se encuentra plasmado en un cuadro del Museo del Prado, llamado  "El Choricero" (1786), de Ramón Bayeu y Subías.
La palabra chorizo proviene del latín salsicium (salado), la misma de la cual deriva “salchicha”. A su vez, la palabra salchicha llegó a nuestra lengua desde el italiano, “salciccia”, mientras que chorizo nos llegó del portugués: “souriço”.

El clásico “chori” rioplatense de  Argentina y Uruguay –más tarde también se difundió en Paraguay, Bolivia y Chile- es denominado  "chorizo criollo o parrillero", que se realiza mayormente de carne vacuna sin "curar", se coloca casi fresco para cocinar en los asados. Es de contextura blanda y no se puede consumir crudo. También existen los elaborados de puro cerdo o con un 70% de carne vacuna y un 30% de carne de cerdo, todo ello condimentado generalmente con nuez moscada, hinojo, pimentón dulce y especias. Este tipo de chorizos suele llevar en su preparación también una cierta cantidad de vino (en algunas ocasiones vinagre), con el objeto de proporcionar al embutido una textura más jugosa.
Desde mediados de la década de 1990 aparecieron en el mercado argentino una variedad denominada "chorizos saborizados", que contienen ingredientes como queso provolone, morrón o jamón. Otra variedad muy popular en el país es el "chorizo bombón" que se diferencia por su tamaño reducido o para horror de los más puristas, existen chorizos de todo tipo, incluso de pollo o de soja.

El choripàn desde la colonia hasta su posicionamiento como ícono nacional argentino.
Se ha descrito que en la región del Río de la Plata el origen del choripán se remonta a mediados del siglo XIX, cuando en las zonas rurales los gauchos realizaban asados con motivo de alguna celebración, se dio inicio al hábito de comer el chorizo dentro de un pan. Esta práctica con el tiempo llegó a las ciudades y se popularizó en el entorno urbano. 

El historiador Daniel Balmaceda haciendo un repaso sobre la historia de la gastronomía argentina, nos cuenta que en un principio, en los Puerto de Buenos Aires y de Rosario se lo llamaba simplemente “chorizo al pan”. Y aclara que “alrededor de 1920 se consumía en el kiosko en medio del Muelle de los Pescadores de la Costanera Norte". Pero "el matrimonio entre el pan y el chorizo se concretó en Córdoba" donde  las familias se acercaban  a los carritos del Parque Sarmiento durante los fines de semana para llevar esos manjares a su casa o disfrutarlos allí mismo.

Asimismo, cuenta que hasta Fidel Castro degustó un choripán en su visita a Argentina en 1959. Ante la falta de tiempo para almorzar por culpa de su nutrida agenda, Frondizi hizo que, para salir del paso, los llevaran a un "carrito de la rambla de la Costanera".


En los años ochenta en Buenos Aires son especialmente recordados aquellos carritos precarios ubicados en la zona de la Costanera y en la calle lindera a la Reserva Ecológica que fueron mutando o desapareciendo, debido a la necesidad de mantener la calidad y el buen estado de los alimentos. También tiene presencia dentro de los actos políticos, bailantas y recitales siendo un alimento que no distingue clase social, que junto con la hamburguesa son los preferidos por ser baratos, fáciles y rápidos de cocinar.

 El choripan en el mundo
 La costumbre de comer choripán no es sólo Argentina. En Brasil, Perú, algunos países de Centro América y hasta en Estados Unidos se consume este sándwich, pero con otro nombre y con otros tipos de cocción.
En Brasil, donde lo llaman ‘salchipao’, se come también durante los asados y se acompaña con una cerveza bien fría.
Otro país del sur que importó el invento argentino del choripán es Chile. Allí la gente se come choripanes como aperitivo durante la preparación de un asado. Como condimento usan pebre, una salsa tradicional chilena parecida a nuestra salsa criolla.
En Puerto Rico también se come, pero se realiza con la chistorra, una salchicha de origen español. Lo venden en las panaderías y le ponen mayonesa o pickles. Los boricuas también suelen usar un pan diferente, que es el llamado pan de agua.

Si bien el choripán está presente en toda fiesta popular que se precie, tal es la pasión que despierta este sándwich tan argentino que no podía estar exento de su propia celebración nacional. Y a falta de una, tiene dos en la provincia de Córdoba. En febrero se celebra el Festival Mundial del Humor y del Choripán en la Ciudad de Córdoba y en noviembre la Fiesta Nacional del Choripán en San Antonio de Arredondo, en el valle de Punilla.

La realidad es que a nadie le importa su origen. Lo que realmente interesa es que nunca debe faltar en una parrillada que se precie, ya sea como distracción al estómago mientras se cocina el resto de los alimentos o como único plato.
Siempre es un buen motivo para reunirse con amigos o familiares y hacer una chorizada, choriceada o choripaneada, o como lo quieran llamar. De esta manera sencilla compartimos un buen momento que nos tentará a repetirlo para seguir sumando nuevas alegrías y bellos recuerdos.

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